Adaptarse a los tiempos

Fecha:
11/11/2022

La política fiscal de un país, así como la de una ciudad, siempre suele ser un signo de los tiempos. En este caso, a Unidas Podemos nos hubiera gustado que las Ordenanzas Fiscales respondieran a las necesidades del tiempo en su plenitud, y por ello tratamos de enmendarlas en materia de vivienda. Para nuestro grupo era importantísimo lograr incorporar un recargo en el IBI de las viviendas vacías para poder impulsar las políticas de vivienda también desde las herramientas fiscales, y hacerlo especialmente gravando a los grandes tenedores. Al fin y al cabo, solo con conseguir que unas pocas de esas casas se pusieran en el mercado, podríamos regular de manera indirecta el precio del alquiler y facilitar que muchas personas jóvenes y familias puedan acceder de manera sostenible a una vivienda digna. En este caso, el alcalde ha decidido mantenerse en una posición inmovilista, dejando claro que sigue la doctrina impuesta por su partido, la de la vivienda como “bien de mercado”. Era una buena oportunidad también para hacer pagar más a quienes más tienen y así reforzar los servicios públicos de la ciudad, pero finalmente, las ordenanzas fiscales se quedarán como estaban el año pasado. La progresividad de las tasas e impuestos municipales es la mejor forma de garantizar que en la ciudad se presten los mejores servicios, pero también, un espejo en el que cada uno refleja lo que le importa la justicia social.