La historia interminable del CCR
La historia interminable del CCR
El Centro de Cultura del Rioja iba a ser un referente del enoturismo en Logroño. Aunaba dos fortalezas para ello: el mundo del vino que cada año atrae a miles de visitantes a nuestra comunidad y el turismo de calidad. Logroño es la capital de una región con nombre de vino. La Rioja es mucha más que eso, pero el enoturismo es un auténtico imán para nuestro desarrollo económico. El tiempo y una nefasta gestión han convertido al CCR en una herida abierta (más bien cerrada) en nuestro casco antiguo. Los turistas que pasean por nuestras calles se encuentran con un edificio con una estética interesante pero cuyas puertas cerradas acumulan abandono, polvo y telarañas.
Ciudadanos lleva años empujando y reclamando por una solución. Trabajamos en la anterior legislatura porque se resolvieran los problemas de la cubierta y se contratara a una directora que gestionara el centro de la misma manera que se hace en la Casa de las Ciencias. Con éxito. El tiempo pasa y el CCR sigue esperando. No sabemos muy bien a qué. En estos tiempos en los que el sector turístico está sufriendo la peor crisis de su historia, los responsables políticos no debemos perder ni una sola de las oportunidades. Y el CCR es una excelente oportunidad. Señores del equipo de gobierno; trabajen por su apertura.