El alcalde destaca la “brillante trayectoria deportiva” de Perico Escobal y subraya que este homenaje es un tributo “a su excelencia y dedicación”
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha descubierto esta mañana la placa conmemorativa con la que se designa el campo 3 de la Ciudad del Fútbol de Pradoviejo con el nombre del futbolista logroñés ‘Perico Escobal’.
“Un merecido tributo a su excelencia y dedicación al deporte”, tal como ha explicado Escobar, que ha destacado “su brillante trayectoria deportiva” que le llevó a fichar por el Real Madrid con solo 17 años y, posteriormente, a convertirse en el primer deportista olímpico logroñés, “un hito no solo para él, sino para toda la ciudad”, tal como ha explicado el alcalde.
Hay que recordar que la Junta de Gobierno local, celebrada el pasado 7 de agosto, aprobó la asignación del nombre de ‘Perico Escobal’ a este campo como reconocimiento a su condición de primer deportista olímpico logroñés, en los Juegos de París de 1924, en la disciplina de fútbol.
De esta forma, Logroño Deporte ha instalado una placa en dicho campo de fútbol con el texto: “Perico Escobal, futbolista, primer olímpico logroñés. Excelencia, amistad y respeto’. “Un recordatorio a los valores que el deporte fomenta y que Perico encarnaba a la perfección” ha subrayado Escobar. Además, esta placa contiene un código QR que permite acceder a la información sobre su trayectoria deportiva, de acuerdo con el informe realizado por la cronista municipal Isabel Murillo.
Perico Escobal fichó por el Real Madrid en 1920 cuando todavía era menor de edad. Jugaba como lateral derecho, formando un formidable trío defensivo con Quesada y el portero Martínez. De gran fuerza física, llegó a jugar en tres equipos madrileños (Real Madrid, Racing de Madrid y Nacional), recibiendo el apodo de El Faquir que, tal como ha destacado Escobar, “habla de su destreza y agilidad en el campo”.
Su trayectoria en el equipo blanco le llevó a ser seleccionado para acudir a los Juegos Olímpicos de París en 1924. Terminó su carrera futbolística en el Club Deportivo Logroño durante casi dos temporadas, jugando su último partido como profesional el 2 de septiembre de 1934.