El Centro de la Cultura del Rioja contará con una sala de realidad inmersiva en 3-D sobre el universo del vino en su tercera planta

El Centro de la Cultura del Rioja (CCR) contará próximamente con una nueva sala de realidad inmersiva en 3-D sobre el universo del vino. El concejal de Promoción de la Ciudad, Miguel Sainz, ha informado esta mañana de la reciente publicación de la licitación en la Plataforma de Contratación del Estado con un presupuesto máximo de 430.000 euros. Este nuevo equipamiento se enmarca en el proyecto Logroño Enópolis, cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y con financiación de los Fondos Europeos Next Generation EU
“Con este nuevo equipamiento, Logroño y el CCR se van a convertir en el único referente vitivinícola del norte de España en 3-D y en un puntal europeo”, ha señalado Miguel Sainz. quien ha concretado que “será una sala con pases de 10-15 minutos para un total de entre 25 y 30 personas con contenidos inmersivos vinculado al universo del vino, no sólo de lo agrícola, sino también de todo lo social y cultural que rodea a este mundo”.
La licitación, publicada recientemente en la Plataforma de Contratación del Estado, contempla un presupuesto máximo para el contrato de 430.000 euros (IVA incluido) y el plazo para la presentación de ofertas estará abierto hasta el próximo 28 de julio.
El objeto del contrato es el suministro para la instalación de una exposición de tecnología avanzada de realidad inmersiva, que ofrezca una experiencia impactante y diferencial a los visitantes del CCR a través de una instalación que, al mismo tiempo se integre y relacione con los contenidos permanentes del centro.
Contenidos y montaje del espacio
Para la ejecución de estos fines, el pliego de prescripciones técnicas define cuatro tareas fundamentales. Como pilar básico en el desarrollo del proyecto, se establece la de dirección y coordinación general de la producción, que se especifica que la empresa adjudicataria deberá hacer “en coordinación con el Ayuntamiento de Logroño”.
Las dos grandes áreas de trabajo para la puesta en marcha del nuevo recurso serán la conceptualización y desarrollo de los contenidos de la sala inmersiva por un lado, y la producción y montaje del espacio por otro, que incluirá el suministro y transporte de los recursos y elementos propuestos tanto físicos como digitales y todo el equipamiento de iluminación de la sala. Por último, el pliego también recoge expresamente las tareas de formación del personal encargado de prestar el servicio en la sala.
Valores y objetivos
Para el desarrollo del trabajo, el pliego de prescripciones pone el acento en tres valores que deberán tenerse en cuenta. Por un lado, la inmersividad de contenidos, que deberán “sumergir totalmente al visitante en una experiencia multisensorial y envolvente haciendo que el usuario se sienta como si estuviera físicamente presente en ese entorno o experiencia”. Por otro, en la accesibilidad, “con contenidos que sigan criterios de accesibilidad universal en el ámbito comunicativo, utilizando un lenguaje sencillo y cercano”. Por último, en la sostenibilidad tanto en contenidos, alineados con los ODS de Naciones Unidas, como en la producción, con materiales reciclables y no contaminantes.
El concejal de Promoción de la Ciudad ha definido el objetivo que persigue con la nueva sala inmersiva como “un nuevo enfoque vanguardista y diferenciador que potenciará la capacidad de atracción del CCR, que complementará las referencias para dar a conocer la cultura del vino, en este caso con el soporte de las nuevas tecnologías y las posibilidades que ofrece el mundo digital. Y siempre con la finalidad de ofrecer al visitante experiencias únicas que le acerquen a nuestro territorio y le ayuden a comprender y apreciar mejor toda la cultura que se vive en esta tierra en torno al vino”.
Reclamo principal, abierto a todo el sector e inversiones complementarias
La previsión es que este nuevo recurso, que se ubicará en el botellero abuhardillado del tercer piso, “se convierta en el principal reclamo del CCR a partir del verano que viene”, dado que el proyecto tiene un plazo de ejecución de 7 meses.
En cuanto a los contenidos, Sáinz ha avanzado que “el objetivo es que puedan cambiar cada entre 6 y 9 meses” y ha señalado que “esta sala estará abierta para que otras entidades vinculadas al mundo del vino, como bodegas o el propio Consejo Regulador, puedan también reproducir sus contenidos inmersivos en 3 dimensiones. Será un recurso, por lo tanto, no sólo para el Ayuntamiento de Logroño, sino para todo el mundo vitivinícola”.
Por último, ha avanzado que el CCR recibirá próximamente otra inversión importante de en torno a 175.000 euros en material complementario para el CCR. Se trata de un escenario modular, nuevos plasmas o pantallas grandes para el Ágora y los 3 botelleros, señalética interior del centro y cuestiones menores, pero importantes, como mobiliario, cubertería, vajilla, mesas y otras que son necesarias para completar una oferta valiosa y de calidad a las entidades que se dirigen al centro.