Hemos convivido con su presencia a lo largo de muchos años y ahora, que tanto se ha hablado del cambio de año, siglo y milenio, les ha llegado el turno para desaparecer y dejar paso a otras instalaciones más adecuadas al entorno en el que se ubican y a las necesidades de los profesionales que en ellas trabajan.

        Se trata de los tradicionales quioscos de prensa, donde los logroñeses adquirimos las publicaciones que nos permiten estar informados sobre los asuntos que más nos interesan.

        Todo comenzó con la solicitud de la Asociación de Vendedores de Prensa, que agrupa a los quiosqueros de Logroño, para renovar unos quioscos obsoletos e instalar unos nuevos.

        La propuesta incluia, como mayor novedad, la posibilidad de incluir publicidad en los laterales y en la parte trasera del quiosco, por lo que el acuerdo con el Ayuntamiento se demoró al no existir una consideración jurídica adecuada para semejante supuesto. Por ello, y una vez aprobada en pleno y de forma inicial la nueva Ordenanza de Publicidad, se deja vía libre a la instalación de estos quioscos, bajo la licencia municipal.

        Una elección con ventajas
        Una vez aclarado este primer y preceptivo trámite, la Asociación de Vendedores de Prensa propuso al Ayuntamiento hasta doce modelos de quioscos para sustituir los 46 actuales.

        Al final, se eligió el que aparece en la imagen de esta información, modelo ‘Ágora’, que reúne dos grandes ventajas. En primer lugar, al llevar publicidad, los vendedores han alcanzado un acuerdo de contraprestación con la iniciativa privada que les permitirá financiar las nuevas instalaciones. En segundo lugar, éstas serán mucho más cómodas, espaciosas, y alcanzan una mayor armonía estética con el entorno en el que se enclavarán.

        Su configuración responde a un criterio sencillo y funcional. Su estructura será de acero pintado de color granate, concretamente el color corporativo municipal, y en la visera principal aparecerá el escudo de la ciudad de Logroño. También se ha cuidado la decisión desde el punto de vista de la concordancia con el resto del mobiliario urbano logroñés. En cuanto a sus dimensiones, no podrán superar los cuatro metros de largo y los tres y medio de alto; y no podrán superar los nueve metros cuadrados de superficie.

        Los pasos a seguir

        A partir de este momento, los quiosqueros deberán solicitar, de forma individual, la correspondiente solicitud que les permitirá renovar el lugar en el que trabajan. Una vez hecho esto, el Ayuntamiento entregará, una a una, la licencia con las condiciones que impedirán la limitación sobre su dominio público (cambiar la ubicación de un quiosco, por ejemplo) y que regulará la situación.
        También se prevé la posibilidad de instalar nuevos quioscos en zonas de la ciudad como Cascajos, Siete Infantes de Lara o El Cubo... o de respetar y permitir la existencia de otros quioscos de distinta configuración (el de El Espolón, por ejemplo) puesto que el entorno solicita determinada peculiaridad.

        Una vez cumplidos todos los trámites y terminada la fabricación de estos quioscos, podremos comprar el periódico en ellos la próxima primavera.