Una
vez más, el Ayuntamiento de Logroño se convirtió, el pasado lunes,
en el escenario desde el que se mostró la repulsa y el dolor por
el atentado que causó la muerte, el pasado domingo en Zaragoza,
de Manuel Giménez Abad, presidente del Partido Popular en Aragón.
Durante su alocución, Paz Villar -en funciones de alcaldesa por
la ausencia de Julio Revuelta,que se encontraba en el Ayuntamiento
de Zaragoza - señaló que “el ruido de sus balas no va a callar
las voces de las personas que creemos en el Estado de Derecho”.
Como muestra de solidaridad se guardaron tres minutos de silencio.
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