Después de muchos años de dura batalla contra el sida, aún hoy existen importantes lagunas en el conocimiento de una enfermedad que ha trascendido hasta convertirse en uno de los más complicados trances de nuestra realidad social. El sida representa la lucha y los esfuerzos del sistema inmunitario más complejo, el nuestro, frente a la sencilla y al mismo tiempo devastadora acción de un virus. Una auténtica paradoja que centra los esfuerzos de la comunidad científica internacional en la búsqueda de respuestas y en la obtención de soluciones. Mientras que España continúa en los primeros puestos de la estadística europea con respecto al número de casos registrados, los países desarrollados protagonizan un mayor impacto y gravedad. Aunque la virulencia de este auténtico drama de nuestro tiempo requiere medidas globales, la lucha comienza a partir de cada uno, a partir de los hábitos personales. En esta batalla aparece la información como mejor arma en la prevención del contagio. La exposición ‘¿Qué es el sida? La batalla del sistema inmunitario’, pretende ofrecer al público un enfoque científico que permita comprender cómo actúa el VIH y cuáles son los riesgos que implican determinadas conductas, de forma que la prevención no sea vista como una imposición externa, sino como una necesidad.

               
        La Casa de las Ciencias, de la mano de la Fundación La Caixa presenta en nuestra ciudad, desde hoy mismo, día 14, una exposición fundamentalmente didáctica que pretende ayudar a que todos sepamos cómo entender, combatir y prevenir el sida. Una de las mejores formas de entender la enfermedad es conocer su impacto social. Para ello, la exposición reproduce, a modo de introducción, una selección de noticias aparecidas en la prensa española desde 1980. En ellas se aprecia la repercusión de su devastadora actividad a lo largo de casi dos décadas.
       La estructura de esta exposición se divide en tres grandes ámbitos. El primero de ellos reproduce un capilar sanguíneo ampliado 30.000 veces. En su interior, por el que podremos pasear, se pueden contemplar los linfocitos y células circulantes que constituyen las líneas defensivas de nuestro organismo contra las agresiones exteriores. Este particular punto de vista se abre a través de un vertiginoso viaje desde el espacio exterior hasta el virus del sida.

       El segundo ámbito es mostrado a través de un audiovisual que muestra el funcionamiento del sistema inmunitario como si se tratase de una batalla medieval. En esta particular pugna, la piel humana representa a una fortaleza en la que pueden encontrarse algunos puntos vulnerables: puertas, ventanas y accesos al exterior. Una segunda línea de protección está formada por los defensores inespecíficos –a modo de infantería–; y por último, encontramos a los defensores específicos –las unidades especiales–. Con esta estructuración defensiva se advierte claramente que la mejor situación es aquella en la que el virus no puede penetrar en el cuerpo, la primera barrera. De ahí que quede de manifiesto, incontestablemente, la necesidad de la prevención.

       Concienciación personal

       Llegado este momento de la exposición, uno de los principales objetivos de la misma y, a la vez, uno de sus principales valores, queda muy claro: la información. Es, sin duda, el mejor arma disponible en la lucha contra el sida, una de las prioridades con las que debe contrarrestarse la enfermedad y la principal ayuda para evitar el contagio. Los hábitos personales de cada uno aparecen como uno de los principales condicionantes en el abanico de posibilidades de infección. El tercer ámbito recoge precisamente los apartados dedicados a la infección, transmisión y prevención del sida. La disposición de una serie de objetos pintados de color verde o rojo nos advertirán de los riesgos de infección en el ámbito doméstico y en el clínico. Además, un mapa del mundo, actualizado constantemente, muestra el número de infectados por zonas, desde el inicio de la epidemia. En un último apartado la exposición muestra las terapias existentes y las fases del proceso de infección en el que actúan los fármacos actuales. Al igual que en el principio de este recorrido, la exposición se cierra con noticias de diferentes medios de comunicación sobre los últimos avances de la investigación.

               
        La Experiencia de La Caixa

       Después del éxito registrado en la afluencia de público a la Casa de las Ciencias con las exposiciones ‘Yali y Korowai, viaje a la selva de Papúa’ y ‘Dragones, supervivientes del pasado’ –esta última presente en las instalaciones municipales hasta el 3 de octubre–, el Ayuntamiento de Logroño se ha apoyado en la experiencia de la Fundación La Caixa, fundamentada en su Museo de la Ciencia. A lo largo de quince años, este museo ha desarrollado un nuevo modelo de exposición científica que pone en relación las experiencias de diversas disciplinas, presenta el conocimiento como globalidad e invita al visitante a observar, razonar y sacar sus propias conclusiones.
       La exposición se ofrece como un espacio tridimensional, transitable, con objetos, maquetas y juegos. Los cambios de escala permiten darse cuenta de las dimensiones físicas de un virus. Se trata de acercar los conceptos abstractos a las experiencias cotidianas del espectador. En definitiva, una interesante oportunidad para conocer, más de cerca, la realidad de la enfermedad y entender el alcance de la misma en esta dura “batalla” de nuestro tiempo.