El ansia por volar del
ser humano es tan antigua como la Humanidad misma, pero es en
realidad en el siglo XX cuando la técnica y el ingenio humano
se desarrollan lo suficiente para hacer realidad ese sueño. Esta
exposición narra en palabras, imágenes y objetos –una treintena
de paneles y más de setenta maquetas de aviones– la Historia de
la aviación de manera atractiva y didáctica a la vez. Además,
la muestra dedica un apartado especial a la conmemoración del
histórico vuelo que, en 1926, unió Madrid con Manila, protagonizado
por el entonces capitán Eduardo González Gallarza y cuyo aniversario
se celebra este año.
Hemos hablado de las
cualidades didácticas y atractivas de esta exposición. Sin embargo,
otra característica de la misma es el entretenimiento, ya que
reúne los suficientes ingredientes para disfrutar con su contemplación.
Podremos descubrir los primeros antecedentes conocidos en la Historia
de la aviación, desde el alado mitológico Ícaro con sus alas de
plumas hasta los ingenios desarrollados en los siglos XVII y XVIII
por medio de intrépidos y a la vez arriesgados experimentos. Asimismo
nos sorprenderemos con los intentos por crear máquinas más ligeras
que el aire: nacerán los globos y dirigibles, prodigados en los
siglos XVIII y XIX. También asistiremos a los primeros intentos
con planeadores, los primeros vuelos con motor; hablamos ya del
siglo XX, siglo en el que podemos establecer el nacimiento de
la aviación moderna.
La exposición también
mostrará las utilidades de estas máquinas. Uno de los mejores
ejemplos, de actualidad en nuestros días, es el del uso bélico.
Con anterioridad al inicio de la Primera Guerra Mundial, los récords
aeronáuticos habían mejorado considerablemente y se planteó la
posibilidad de utilizar sus virtudes para la estrategia militar.
Conoceremos curiosidades como que al principio estos aviones no
llevaban armamento, tan sólo eran utilizados como medio privilegiado
de espionaje. Más tarde serían utilizados para lanzar granadas
e incluso efectuar disparos desde el aire, con armamento de mano,
contra el enemigo.
El final de la gran
Guerra marca el inicio de los vuelos de precisión y las hazañas
de distancia y resistencia. En esta época comenzarán a establecerse
los primeros vuelos programados, con las primeras líneas regulares
de la Historia. Es en este momento en el que se constata la participación
de las mujeres en los vuelos. Después llegó la Segunda Guerra
Mundial, con los nuevos avances técnicos como la aerodinámica,
el tren de aterrizaje retráctil o el instrumental de vuelo nocturno.
Luego aparecieron los aviones supersónicos, las utilidades modernas,
como los estudios meteorológicos, la fulmigación agrícola, el
transporte sanitario, las grandes cargas e incluso los aparatos
anfibios, muy útiles para sofocar grandes incendios en lugares
inaccesibles. Y por fin, los turboreactores comerciales; comodidad
y rapidez fueron suficientes argumentos para ganar el favor de
los viajeros frente al transporte por tierra o mar.
‘El Siglo de la Aviación’
también nos ofrecerá la posibilidad de conocer muchas curiosidades,
cifras y récords. Un argumento muy sólido para, como se ha apuntado
con anterioridad, sorprenderse, divertirse y, cómo no, aprender.
CONFERENCIA INAUGURAL |
‘El Vuelo Madrid Manila y el Museo del Aire’,
a cargo del responsable del Museo, Luis Castañón Albo. Martes,
23 de octubre. 20,00 horas. Entrada libre.En la sala de conferencias
de la Casa de las Ciencias |
‘Los centros docentes y otros colectivos que
lo deseen pueden concertar visitas guiadas para grupos, previa
cita, llamando al teléfono 941- 24 59 43. |
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