La Sala de Exposiciones
del Ayuntamiento de Logroño acoge desde la semana pasada la exposición
‘Los Silencios del Agua’, de Ricardo González. Una muestra de
su obra que marca el camino a la madurez de un artista cuyas esculturas
inspiran una obra cuya importancia reside en sí misma, más allá
de la técnica. Una obra descrita por Javier García Turza, colaborador
en la presentación del catálogo de esta exposición, “que significa
un paso más en ese Camino por descubrir ‘su’ escultura, recurre
a la naturaleza, a sus materiales, siempre duros (acero algunas
veces, hierro casi siempre); los moldea con inteligencia y a la
vez con mucha fuerza. De tal modo que su obra se convierte en
una tensión constante de la naturaleza entre percepciones rectas
y visiones curvas. Una lucha endiablada entre la
rectilínea de la masa compacta, que muchas veces esconde formas
cilíndricas, y ‘el zig-zag del relámpago’; esa cresta que nos
prefigura la montaña, una de las mayores dificultades del Camino;
esa línea quebrada, a modo de sierra, que impulsa al espectador
hacia metas más altas e interiores. Esta ruptura, ese cambio de
formas produce, como poco, un concepto singular de la escultura,
a partir de la cual el espectador se muestra libre de prejuicios
y le catapulta a una ineludible participación interpretativa”.
La exposición podrá contemplarse hasta el día 28 de octubre en
las instalaciones municipales, en horario de 18 a 21 horas en
días laborables y de 12 a 14; y 18 a 21 horas, los festivos.
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