El Ayuntamiento de Logroño, a través del concejal de Participación Ciudadana, Ángel Sáinz Yangüela, presentó la semana pasada las principales líneas de una nueva ordenanza municipal, la del registro de testamentos vitales. Su objetivo es que todos los logroñeses que así lo deseen puedan manifestar por escrito las voluntades y disposiciones que quieran que se tengan en cuenta en la fase final de sus vidas.

        El edil explicó la mecánica de utilización de dicha opción presentada por el Ayuntamiento, destacando que todos los ciudadanos, con capacidad suficiente para hacerlo, pueden expresar de forma escrita cualquier consideración que quieran hacer constar al final de su vida; también podrán depositarse cuantos documentos, voluntades y disposiciones se estimen oportunas.

        Otra utilidad de este testamento reside en la posibilidad de dejar clara constancia del deseo de la donación de órganos, el destino de los mismos o la posibilidad de la incineración o inhumación.

        Como requisitos para acceder a estos testamentos vitales, simplemente la mayoría de edad, el empadronamiento en el municipio de Logroño, capacidad jurídica; así como la aportación de tres testigos de los que dos, como mínimo, no deben tener relación de parentesco ni vinculación patrimonial con el interesado en suscribir el testamento.

                Certificado de inscripción

        El Ayuntamiento de Logroño, según indicó el concejal, enviará al otorgante en un plazo aproximado de tres días, un certificado acreditativo de su inscripción en el registro de testamentos vitales y, además del interesado, su representante, cónyuge, pareja de hecho y parientes consanguíneos po-drán obtener una copia del documento.

        Un aspecto importante a tener en cuenta es que este registro tendrá efecto en lo referente a las últimas voluntades antes enumeradas, pero no tendrá validez en términos patrimoniales ni económicos.

        Sáinz Yangüela aseguró que la redacción de la ordenanza se ha ejecutado teniendo en cuenta otros documentos, como las normas del registro existentes en el Ayuntamiento de Vitoria. El documento fue debatido ayer para su aprobación en el correspondiente Pleno municipal del mes de febrero.