Lo anunció el alcalde, Julio Revuelta, en su comparecencia ante los medios informativos el pasado viernes: el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la Orden de las Concepcionistas Franciscanas para la cesión gratuita a la Administración local del conjunto compuesto por la iglesia y el convento existentes en la confluencia de las calles Madre de Dios y Doce Ligero. A cambio, el Ayuntamiento otorga el correspondiente aprovechamiento urbanístico a la congregación religiosa, que podrá promover o enajenar el espacio disponible (cerca de 9.867 metros cuadrados-techo), dentro de sus propiedades, para la construcción aproximada de unas 100 viviendas. De éstas, tal y como marca la Ley, el 10 por ciento del suelo se reservará al propio Ayuntamiento de forma gratuita.
Los detalles del convenio los ofreció el pasado lunes el concejal de Patrimonio, José Musitu, quien refrendó las palabras del primer edil al reiterar la necesidad, ya con el carácter municipal de la propiedad, de encargar los pertinentes estudios patrimoniales para valorar los edificios “y así estudiar qué uso se les puede dar en el futuro”. De hecho, el concejal explicó que las reformas urbanas emprendidas y el desarrollo de los nuevos sectores de La Ribera, Campus y Santa Juliana exigen una apertura de espacios y la continuidad del tejido residencia y comercial, “manifiestamente incompatibles” con la situación del convento y el referido entorno en el que se enclava.
Musitu explicó que la firma del convenio no se produce de oficio, sino que existen tres escritos de las propias religiosas en los que indican su intención de trasladarse y la solicitud de la reordenación urbanística de la zona. Previsiblemente, construirán sus nuevas instalaciones en los terrenos del Seminario. Según el concejal, este convenio no difiere mucho de otros firmados con otras propiedades, como la Plaza de Toros o Bodegas y Bebidas; se produce un traslado de la misma actividad y el Ayuntamiento obtiene una cesión gratuita del objeto del convenio.
Tres cláusulas principales
El documento establece tres cláusulas fundamentales. La primera de ellas indica que el Ayuntamiento se compromete a redactar la modificación del PGOU y afrontar la reordenación urbanística con especial atención al convento de acuerdo a los estudios que determinarán su integración en el entramado urbano. Dentro de este punto se detalla que la definición de los nuevos edificios deberán estar bien integrados con el sector Santa Juliana; que parte de éstos deberán ayudar a definir la alineación norte de la calle Madre de Dios; y que la nueva ordenación no deberá invadir el espacio ocupado actualmente por las edificaciones actuales del convento.
En segundo lugar, existe el compromiso de construir el nuevo convento dentro del término municipal. Por último, se establece que la Orden religiosa podrá resolver el convenio en el caso de que la modificación del PGOU no se apruebe de forma definitiva en tres años, o si no se ajusta a lo recogido en el documento.
El concejal también anunció que el convenio será ratificado –muy probablemente– en el próximo Pleno que se celebrará el 16 de mayo.
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