El Ayuntamiento de Logroño prepara una intervención “de gran calado” en la zona del Casco Antiguo logroñés conocida como ‘La Judería’ –zona de la ciudad que comunica Avenida de Navarra con Rodríguez Paterna, a través del entramado de las calles Los Yerros, Hospital Viejo, La Brava, Horno, Baños, San Roque y San Gil–.
Concretamente se trata de una intervención integral consistente en la revitalización de este espacio de Logroño, a través de la creación de aparcamientos, espacios libres, zonas, plazas verdes y la regeneración del tejido residencial con el diseño de nuevas viviendas “que den vida a todo el entorno”, según informó el pasado martes el concejal de Urbanismo, César Ortega.

 Se tratará de una ordenación total de la zona, con la apertura de estancias interiores. “Lógicamente”, dijo Ortega, “tal y como se hace en todo el Casco Antiguo, los trabajos estarán perfectamente documentados, por si fuesen necesarios estudios arqueológicos”.
 Este proceso, que será precedido por la contratación de una asistencia técnica para la redacción del plan integral –aproximadamente en el plazo de un año–, será posible “gracias a la consolidación de la propiedad municipal en el entorno, requisito indispensable para desarrollar cualquier actuación”, aseguró el edil. Para garantizar dicha consolidación del patrimonio municipal y poder posteriormente actuar, el Ayuntamiento ha firmado un convenio urbanístico con el Obispado por medio del cual se hace con el edificio de la calle Hospital viejo, números 11, 13 y 15; de casi 3.000 metros cuadrados construidos en el corazón de la Judería. Esta construcción, de cinco alturas, está situada muy próxima a los edificios con los que el Ayuntamiento cuenta en la calle Los Yerros y su adquisición fue considerada “fundamental” por el concejal para materializar las pretensiones municipales.
       
El convenio
Mediante la firma del acuerdo el Obispado adquiere la antigua residencia de los Jesuitas de la calle Rodríguez Paterna; un edificio colindante a la iglesia de San Bartolomé deshabitado desde hace algunos años. Cuenta con una superficie de 330 metros cuadrados y parte de la fachada a la Plaza de San Bartolomé, lo que mejorará la condición estética general de la misma, ya que deberá ser rehabilitada.
El Obispado también obtiene la parcela que el Ayuntamiento reservaba para la construcción de una nueva iglesia en el barrio de Cascajos, en la antigua parcela de Bodegas y Bebidas. El nuevo templo dispondrá de una parcela de 3.000 metros cuadrados, de los que 1.200 serán construidos.
Asimismo, la Diócesis cede al Ayuntamiento los terrenos afectados por la prolongación y ensanchamiento de Avenida de la Paz, a la altura del Seminario, en el tramo comprendido entre la calle Luis de Ulloa y la nueva glorieta de la Circunvalación Este. El convenio se cierra con el pago de 61.000 euros del Ayuntamiento a la Diócesis, una vez valoradas todas las propiedades que forman parte del acuerdo plasmado en el documento.
César Ortega destacó la importancia de esta planificación urbanística y del convenio suscrito con el Obispado, subrayando su incidencia en la regeneración del Casco Antiguo y la recuperación de los muchos puntos de interés que alberga.