Todavía reciente en la memoria la visita a las
obras del Cuarto Puente sobre el Ebro, de las que informamos la
semana pasada, el Ayuntamiento de Logroño, a través de su concejal
de Urbanismo, César Ortega, ha presentado ya las principales bases
para la ejecución de uno nuevo, el denominado ‘Quinto Puente’,
en la prolongación de la calle San Millán.
Esta nueva infraestructura responde
“al afán de este equipo de Gobierno por desarrollar la margen
izquierda del río e incorporar la misma al tejido urbano de la
ciudad”, dijo Ortega. Para ello se convoca un concurso de ideas
para la redacción de los anteproyectos de este viaducto, muy cercano
en su trazado al Palacio de Congresos y que unirá la ya citada
calle San Millán con la carretera de Mendavia, a las faldas del
Monte Cantabria. Precisamente las dificultades del terreno condicionarán
el asiento del puente en la orilla norte, que deberá desplazarse
sensiblemente hacia el Oeste con respecto al punto de apoyo de
la margen derecha, lo que prolongará la longitud del tablero hasta
superar los 200 metros (hay que recordar que el tablero del Cuarto
Puente mide unos 170 metros).
Una vez solventada esta dificultad
técnica, el Ayuntamiento tiene prácticamente ultimado el trazado
del Vial Norte, es decir, la actual carretera de Mendavia cambiará
de configuración y el entronque con el Quinto Puente se solucionará
con una amplia glorieta.
Tres fases
El trabajo se definirá en tres
partes distintas: la selección de currículums, la redacción de
anteproyectos; y la elección del proyecto definitivo.
El concurso de ideas es restringido
a profesionales de reconocido prestigio que deberán enviar su
documentación en el plazo máximo de un mes a partir de la publicación
de la convocatoria en el BOR. Después se elegirán entre 5 y 8
profesionales que participarán en la redacción de propuestas (3
meses), determinando el diseño y la viabilidad económica del puente.
Transcurrido dicho plazo, el Ayuntamiento estudiará las propuestas
y seleccionará tres. De ellas saldrá la ganadora.
En la primera fase del concurso,
las propuestas tendrán una contraprestación económica de 20.000
euros cada una; la fase de redacción de anteproyectos, de los
tres seleccionados, asciende a 60.000 euros y el proyecto premiado
se dotará finalmente con otros 20.000 euros. Posteriormente el
Ayuntamiento encargará el Proyecto Constructivo definitivo.
Una obra emblemática
El concejal apuntó que “el concurso
se enmarca dentro de los procesos que está desarrollando este
Ayuntamiento con el fin de dotar a la ciudad de Logroño de obras
emblemáticas que sean atractivas para profesionales de reconocido
prestigio e impriman su sello de calidad”. En este caso, el concurso
es muy similar al convocado para toda la zona de Valbuena o la
obra del Parque de La Ribera.
El Ayuntamiento sí ha establecido
unos mínimos preceptos de los que deberán partir los profesionales
que aspiren a diseñar el puente. En primer lugar, se garantizará
un carácter cómodo y amplio de la instalación. Deberá contar con
dos carriles por sentido, cada uno de ellos de 3,5 metros; la
misma anchura que cada una de las aceras. Entre las vías de circulación
se establecerá una mediana de dos metros.
En conjunto, se prevé aproximadamente
un año para contar con el proyecto definitivo; un proyecto, según
César Ortega, “que supone un decisivo paso que contribuirá a culminar
el tan ansiado salto del Ebro”.
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