El pasado día 2 de enero entró en funcionamiento
la nueva línea 10 del transporte público urbano de Logroño ‘El
Arco-Hospital San Pedro’. Se trata de la segunda actuación contemplada
dentro del Plan Director en la materia preparado por el Ayuntamiento,
después del aumento de la frecuencia a 10 minutos de una de las
líneas más importantes, la número 2, ‘Yagüe-Varea’.
Para comprobar su funcionamiento y conocer el nuevo trazado, el
concejal de Vialidad, Alberto Guillén, quiso acompañar a los medios
de comunicación a través del recorrido completo, ofreciendo datos
de interés y explicaciones sobre esta línea y el resto de propuestas
contempladas en la planificación del transporte municipal.
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Centrándose en la línea 10, Guillén explicó que “tiene una gran
coincidencia en buena parte de su recorrido con la línea 2 (Yagüe-Varea),
lo que posibilita el paso de autobuses en el trayecto cada dos
o tres minutos”; otra virtud de la línea, para el concejal, es
su “carácter de vinculación de los tres barrios periféricos de
la ciudad y su interrelación con el centro de la misma”.
El edil apuntó también la novedad de aportar paradas y servicio
a zonas de la ciudad que antes no contaban con autobús urbano.
Son los casos del Hospital San Pedro, el polígono industrial de
La Portalada y Lobete; “otra de las zonas que hemos querido integrar
y que presentaba ciertas necesidades en términos de movilidad
y conexión con el resto de la ciudad”.
Un servicio de calidad
La nueva línea cubre un total de 18,5 kilómetros de recorrido
y cuenta con cuatro nuevos autobuses ecológicos y adaptados para
minusválidos; Logroño es la única ciudad con toda la flota del
transporte público en estas condiciones. El tiempo estimado de
cobertura del recorrido se establece en una hora, aunque el concejal
señaló que “será importante conceder un periodo de rodaje para
ver cómo se desarrolla el itinerario, los usuarios, las paradas,
frecuencias… hasta adaptar totalmente el servicio”. La pretensión
es que se respeten los tiempos del servicio, para garantizar el
paso de los autobuses a las frecuencias marcadas; “en el caso
de que veamos que no sea posible habrá que adaptar soluciones,
como la inclusión de más autobuses”.
Novedoso sistema de pago
Otra gran novedad reside en el sistema de pago, que se implantará
en un breve plazo de tiempo. Se trata de unas tarjetas similares
a las de crédito, recargables en cajeros automáticos. No cuentan
con banda magnética sino con un chip para su lectura directa sobre
un panel. Las habrá de distintos tipos; con capacidad máxima de
50 viajes, bonos anuales, mensuales, o para escolares. La intención
es que la recarga sea “rápida, sencilla y accesible”, para lo
que se ha concebido su ejecución en cajeros de una entidad bancaria
o en el Centro de Transbordos del transporte urbano.
El Ayuntamiento, además, tiene previsto lanzar una campaña informativa
sobre las nuevas líneas y esta modalidad de pago.
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