El
Ayuntamiento de Logroño ha elaborado un programa para “dar
una solución definitiva” al último tramo de la calle Jorge
Vigón, según palabras del concejal de Vialidad, Alberto Guillén.
Este tramo, presenta una peculiaridad con respecto a todas las
calles reurbanizadas en la ciudad, ya que cuenta con espacios
libres privados que se pretenden mejorar de forma simultánea con
los existentes en el dominio público. El espacio de actuación
comprende la calle Jorge Vigón, desde Marqués de la Ensenada hasta
Padre Claret.
Colaboración vecinal
Para el desarrollo del programa será imprescindible la colaboración
vecinal. Por eso, el Ayuntamiento facilitará un anteproyecto a
la Asociación de Vecinos de Lobete con el fin de que se informe
a las comunidades de propietarios afectadas para que en un plazo
no superior a seis meses se tome la decisión de llevar a cabo
la reurbanización.
Para ello, se comprendería la parte que les corresponde como zona
privada, de tal forma que si existiera el consenso de todos se
podría desarrollar la obra de forma conjunta. Es importante recordar
en este punto que a través de la Ordenanza Municipal referida
a la reurbanización de espacios privados de uso público, puede
optarse a una subvención de hasta el 50 por ciento de la reforma
en la citada zona privada.
El proyecto
Las obras consistirán en la renovación del firme y pavimento de
aceras, aparcamientos, espacios libres públicos y privados. También
refuerzo de calzadas, renovación de alumbrado público, red de
agua potable y coordinación con servicios correspondientes a empresas
de telecomunicaciones, energía eléctrica, gas, etc.
Se pavimentarán las aceras con baldosa de 36 tacos y se instalarán
las farolas tipo Logroño, como las instaladas en el resto de la
calle.
En total, se acometerá la reforma de 6.300 metros cuadrados de
espacios públicos y 3.650 metros de refuerzo de firmes; todo ello
con un presupuesto de 530.000 euros. En cuanto a los espacios
libres privados, sobre una superficie de 2.100 metros cuadrados,
conllevarán una inversión de 150.000 euros que sufragarán los
propios vecinos teniendo en cuenta, eso sí, la posibilidad de
acogerse a las subvenciones. En el caso de que los vecinos decidan
no colaborar, el Ayuntamiento actuaría sólo en el espacio público.
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