En Logroño, según la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de 1992, existen diferentes zonas en plena reconversión de uso industrial a residencial. Ejemplos claros de ello son los barrios de Cascajos, Avenida de Lobete, la Avenida de Burgos, con el polígono de San Lázaro; o más recientemente la calle La Cadena, en Varea. La norma urbanística estableció en aquel momento un plazo de 24 años para el traslado de las empresas (ha pasado casi la mitad del tiempo establecido). De forma general, el desarrollo de estos Planes de Reforma Interior (PERI) están funcionando mejor de lo esperado. Sin embargo, el Ayuntamiento quiere prevenir “situaciones no deseadas, como que las empresas se extingan, se vayan a otros municipios o incluso en el caso de las multinacionales, que se concentre la producción fuera de España”, dijo Musitu; algo que unido “al incremento del precio del suelo para la construcción de vivienda, está provocando que haya empresas o promotores que se sirvan de la circunstancia para sacar el mayor beneficio”.
       
Con esta medida, el Ayuntamiento quiere evitar la descapitalización empresarial de la ciudad.
       
Deberá garantizarse lalocalización de la empresa en Logroño y el mantenimiento de la actividad y el empleo
       
 Análisis socio-económico
En este contexto, el Ayuntamiento ha decidido que las empresas que quieran abandonar su actual emplazamiento antes del plazo fijado, deberán plantear un análisis socio-económico y de futuro “en el que garanticen su reubicación en el término municipal de Logroño, el mantenimiento de su actividad y también el del empleo”. En pocas palabras “queremos garantizar que no haya una descapitalización empresarial en la ciudad”, dijo el concejal, quien -no obstante- matizó que con los nuevos requisitos cualquier venta podrá llevarse a cabo; “las empresas son libres parar vender a quien quieran”, dijo; aunque si no se cumplen los planteamientos mínimos del Ayuntamiento el promotor que compre no podrá usar el terreno para construir viviendas hasta que sea efectiva la recalificación al final del plazo establecido.
       
Convenio con empresas
Como ejemplo del procedimiento que se seguirá a partir de ahora, el concejal citó el traslado de la empresa ‘Bodegas y Bebidas’, situada con anterioridad en Cascajos y cuya marcha se decidió y garantizó “con un convenio vinculante que tuvo, además un aval de 2.000 millones de pesetas”. Así se procederá con las empresas que cumplan las condiciones estipuladas, perdiendo el aval que se estipule en el caso de incumplimiento del convenio.