0803 4 Junio 2004
 
 
 
Secciones
Carta Alcalde
Menú de Noticias
Para Salir
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Un parque para redescubrir la ciudad

Quizá una de las cosas más bonitas que puede ofrecer una ciudad es, precisamente, su capacidad para seguir  sorprendiendo a sus habitantes. Este nuevo parque es un buen ejemplo de ello, una actuación urbana muy ligada al medio ambiente que nos enseña la ciudad por espacios que antes parecían intransitables. Hoy podemos decir, más que nunca, que la ciudad se asoma al río, haciéndolo parte importante de su vida y desarrollo.


Hace más de dos años, a través de estas mismas páginas de DBF, hablábamos del proyecto de un nuevo parque para Logroño, el Parque de La Ribera. Una actuación medioambiental vinculada al urbanismo y presentada como principal referencia de la ordenación de los Planes ‘La Ribera’ y ‘Campus’. Es cierto que ésta es una de las principales dimensiones de un proyecto que tiene que ver mucho con el crecimiento de la ciudad, con el desarrollo residencial a orillas del Ebro y con la integración urbanística de infraestructuras de referencia para Logroño como son la nueva Plaza de Toros y el recientemente construido Palacio de Congresos.
Sin embargo –a falta de completar algunas de las actuaciones en la zona, principalmente las residenciales, así como la urbanización definitiva de los accesos, entorno de las instalaciones; e incluso el trazado y construcción del nuevo puente, el quinto sobre el Ebro, proyectado junto al Palacio ‘Riojaforum’–, el parque parece haber obtenido el favor de los logroñeses (a juzgar por su afluencia apenas conocida su apertura al público). Algunos motivos son sus generosas dimensiones (23 hectáreas; o lo que es lo mismo, la totalidad del parque San Miguel aumentada en un 50 por ciento), los agradables espacios estanciales y, principalmente, su aportación al paseo verde que completa toda el frente de fachada al Ebro desde la Universidad hasta El Cubo de forma ininterrumpida.
       
Una imagen diferente
El Parque de La Ribera supone una nueva imagen para Logroño. Si no fuese por el dibujo de las torres de la ciudad antigua al fondo, al pa-seante le sería difícil imaginar que este espacio ya existía con anterioridad, que ahora invita a contemplar el Ebro y que se desenvuelve con holgura entre las grandes infraestructuras que –aunque opiniones hay para todos los gustos– no desentonan bruscamente con el paisaje, integrándose en él como señas de identidad del mismo. Ofrece, en definitiva, una imagen distinta de la ciudad; la potenciación de la condición estancial de un parque urbano que invita al paseo, a la lectura, al juego o a la práctica deportiva.

Con personalidad
El Parque cuenta con numerosos paseos que lo recorren. En el centro, destaca la presencia de un lago que se nutre del agua del propio río, que además es aprovechada –gracias a un novedoso sistema de redes– para regar el resto de las zonas verdes que lo configuran. El lago también ofrece su particular paseo, a través de unos puentes de madera que lo atraviesan. El denominado ‘chambao’ o zona de sombra a modo de merendero, en el que existirá un bar; la llamada torre ‘Belvedere’, que ofrece unas bonitas vistas en altura sobre la ciudad; o los miradores junto al Ebro, son algunos de los elementos más significativos que dotan de personalidad al parque. Destaca, asimismo, junto al lago, la presencia de un gran árbol, un tilo de gran porte y belleza que domina el paisaje y que no pasa inadvertido. La numerosa instalación de bancos por todos los recorridos, papeleras y fuentes hace muy cómodo el paseo a través de las diferentes sendas. También destaca la presencia de tres conjuntos de juegos infantiles, ya a pleno rendimiento y a prueba con los más exigentes controles de calidad por parte los especialistas: los más pequeños.
       
Los datos
El parque completa una superficie de 253.000 metros cuadrados, con 195.000 de zonas verdes. Cuenta con unos 2.900 árboles (la mayoría recién plantados) y 39.000 arbustos. Se han instalado cerca de 400 bancos, 150 papeleras y 10 fuentes. El ‘chambao’ cuenta con mesas-merendero y se instalarán asadores en breve, para la temporada estival. La iluminación del parque la componen casi 300 luminarias, con 110 proyectores.
El presupuesto de licitación alcanzó los 14 millones de euros, adjudicándose por 10,6 millones. Aún restan por terminar el Jardín de la Vid, y el entorno del Molino del Prior, zonas cercanas a la Univer-sidad, que se terminarán a lo largo de este mes de junio.
       
       
        ___________________________________________________
       
La pieza de un puzzle que rodeará de verde a Logroño

       
El alcalde, Julio Revuelta, acompañado por el concejal de Medio Ambiente, José Musitu; además de otros técnicos municipales y de la empresa responsable de los trabajos (Riojana de Asfaltos), visitó la semana pasada el nuevo Parque. Según explicó, uno de los aspectos más destacados de su apertura es que “con su finalización queda ya muy poco para completar los seis kilómetros de anillo verde para la ciudad, que permitirán realizar un paseo continuo por zonas verdes de puente a puente” (en referencia al nuevo sobre el Iregua y el cuarto sobre el Ebro, dedicado a Sagasta). Para completar esta conexión “queda por realizar una senda junto a al depuradora, en la zona de la Universidad; además de la segunda fase del Parque del Iregua”.
Con mayor concreción, el alcalde explicó que queda muy poco para cerrar esta conexión, aproximadamente el 15 por ciento del total, “que se completará para finales de 2005”. La idea, como se adelantó en su momento, consiste en completar un paseo prácticamente ininterrumpido desde La Grajera, pasando por el Parque San Miguel, el de los Enamorados, El Parque de el Cubo, La Concordia, Parque del Ebro, éste nuevo de La Ribera y, a través de la Universidad, alcanzar el también recientemente abierto Parque del Iregua, con la salvedad de la todavía pendiente segunda fase, tal y como se apunta anteriormente.
       
        ___________________________________________________
       

 

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2004