0833 25 Febrero 2005
 
 
 
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La plaga que duerme en la ciudad

El Ayuntamiento de Logroño ha tenido que tomar medidas más drásticas que las empleadas hasta el momento para intentar limitar los desagradables efectos de la plaga de estorninos que se han encontrado un hábitat adecuado para su estancia en nuestra ciudad, especialmente en el área del Cementerio, donde están causando desperfectos y molestias mediante ruidos, olores y mucha suciedad. De hecho, según señaló la concejala encargada de los Servicios Generales Municipales, Mar San Martín, la incidencia de esta plaga se traduce en un mayor gasto de los recursos y también del personal destinado a las labores de limpieza y recuperación de las zonas afectadas.

       
Así, se ha resuelto contratar a un biólogo, Luis Lezana, que se encargará de realizar un detallado estudio técnico enfocado a conocer los hábitos de estas aves, un informe sobre los daños y, sobre todo, una programación de actuaciones con el objetivo de ahuyentarlos del lugar en el que se concentran. Para realizar dicho estudio se ha destinado un presupuesto de 9.000 euros.

Las medidas
Son concebidas a corto y a largo plazo. Es decir, se intentará que las aves desarrollen animadversión por el lugar mediante diferentes técnicas. Entre las que citó el biólogo destacan la instalación de redes de exclusión vegetal, ahuyentadores electrónicos acústicos y luminosos; e incluso halcones adiestrados para perseguir (no capturar) a estas aves. Lezana insistió en que “no se trata de atacar a las aves, sino evitar su concentración en los lugares en los que resultan más molestos para la población”. De momento se está trabajando en la fase de análisis e investigación, para una vez recopilados los datos pasar a la fase disuasoria de la que, como indicamos, será fundamental el carácter preventivo para la próxima temporada migratoria.
       
       

       
El estornino pinto -------------------
       
En la ciudad coinciden en la actualidad dos tipos distintos de aves de la misma especie. Los estorninos negros, que son, podríamos decir, especies que permanecen durante todo el año en la ciudad; y los estorninos pintos, que son las aves migradoras que causan el efecto plaga y, por lo tanto, el problema. Provienen del centro y el norte de Europa, en su itinerario a los lugares más cálidos en los meses del invierno. Según explicó el biólogo, hacen su aparición gradualmente desde noviembre, marchándose en el mes de marzo, aproximadamente. Una de las causas de que encuentren acomodo en esta región la encontramos en sus hábitos alimentarios, centrados en frutos dulces como cerezas o uvas; o ricos en materia grasa, como olivas. Además encuentran fuentes artificiales de alimentación como estiércoles o basuras. En Logroño, a diario, se da una presencia media de unos 400.000 ejemplares. Número que llega a aumentar espectacularmente en determinados momentos en los que coincide la llegada de nuevas bandadas con la permanencia de otras que todavía no se han marchado. Es decir, cada día los estorninos no son los mismos, sino que permanecen durante un tiempo limitado pernoctando en la ciudad, desplazándose hacia un nuevo destino más cálido.

       
       
       
       
       

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2004