En este número de DBF, tal y como anunciamos la semana pasada, ofrecemos el detalle de los recorridos en bicicleta propuestos por el Ayuntamiento de Logroño por toda la ciudad. La intención municipal es que a finales de este año puedan comenzar a funcionar algunos de los itinerarios propuestos, aunque ya existen zonas que permiten la circulación en bicicleta con total normalidad, especialmente en los nuevos parques que flanquean toda la ribera sur del Ebro; o la franja que permite la llegada hasta La Grajera, coincidente con el Camino de Santiago.

El concejal de Desarrollo Urbano, José Musitu, explicó los detalles de esta iniciativa, que comprende una red de 115 kilómetros de cinco itinerarios ciclistas por la ciudad:
       
CIRCUITO PERIMETRAL  URBANO
Se trata del circuito que rodeará la ciudad, aunque de carácter urbano. Incluye el Camino de Santiago (zona de Pradoviejo, Las Tejeras), atravesará el nuevo vial junto a los campos de Pradoviejo, Fardachón (bajo el acceso a la autopista), sigue por Avenida de La Sierra, sector Guinda-lera y Calleja Vieja; para continuar por las huertas del Iregua, barrio de La Estrella y Parque del Iregua; La Fombera, Parque de La Ribera, Par-que del Ebro y el del Cubo.

El anillo se cerrará a través de Valdegastea, Portillejo y Avenida de Burgos.
       
EJES PRINCIPALES
Son dos ejes urbanos principales. El primero, el configurado por el corredor creado tras el soterramiento del ferrocarril (desde El Cubo a Los Lirios); y el segundo, que atraviesa de Oeste a Este la ciudad, con el recorrido: confluencia de Portillejo, prolongación de Gonzalo de Berceo, Gran Vía, Jorge Vigón y Seminario.

CAMINO DE SANTIAGO
Partiría del nudo de Las Cañas (N-111) hasta el Parque de La Grajera, atravesando la ciudad por San Antonio, Puente de Piedra, Ruavieja, Murrieta, Parque de San Miguel, El Arco y La Grajera.

RUTAS INTERNAS
Su función será conectar los ejes principales a los que hemos hecho referencia con el circuito perimetral urbano, también reseñado. En total serían cuatro:
La primera conectaría Jorge Vigón con el Parque del Ebro a través del Paseo de las Cien Tiendas, Ayuntamiento y Paseo de La Constitución.
La segunda, conectaría la glorieta de Avenida de Lobete con el Parque de La Ribera, por Luis de Ulloa. La tercera, conectaría el eje sobre la calle Barrera con Pradoviejo y el sector Guindalera a través de San Adrián-La Cava y Avenida de La Sierra. Y por último, la cuarta ruta uniría la actual estación de tren con el sur de Cascajos, a través de la calle Gustavo Adolfo Becqer.
       
RUTAS EXTERNAS
Es un circuito pensado para unir la periferia con la ciudad en bicicleta. Predominan los valores medioambientales.
Una de ellas uniría Valdegastea con el barrio de El Cortijo, a través del camino viejo de Fuenmayor-La Puebla; y también con el Parque de La Grajera, por el camino de Los Valles. Otra ruta uniría El Campillo y Las Norias con el Monte del Corvo y Valparaíso. Una nueva ruta conectaría el Parque de La Ribera con el Monte Cantabria y el polígono. Y también se crearía una en torno a Los Lirios, continuando por La Estrella, Parque del Iregua con Varea, zona del Carrizal, Portalada I y II y Rad de Varea.
Una de las novedades, también adelantada por el concejal, fue la creación de un Servicio Público de Bicicletas. A través del mismo se acondicionarían paradas repartidas por diferentes puntos de los recorridos explicados, con bicicletas de propiedad municipal que podrían utilizarse conforme a algún tipo de sistema aún sin concretar, pero de los que ya se están utilizando en diversas ciudades españolas y europeas. La idea permitiría coger una bicicleta en un extremo de la ciudad y volver a dejarla en otra parada en el lado opuesto, utilizando los itinerarios propuestos.
El sistema de funcionamiento sería similar al de la concesión administrativa, por medio de publicidad, por ejemplo; son aspectos que deberá matizar el Plan Director creado con el fin de ofrecer soluciones a la circulación de bicicletas por el ámbito urbano.
José Musitu informó de que “más que crear un carril bici, la propuesta es más ambiciosa. Trata de acondicionar diferentes recorridos interrelacionados con el fin de que pueda circularse en bicicleta por toda la ciudad”. Así, se completarían unos 115 kilómetros de recorrido apto para bicicletas.
De esta forma, el Ayuntamiento de Logroño se muestra sensible a esta demanda, con unos plazos de ejecución “que lógicamente variarán en algunos casos, dependiendo del desarrollo de algunos sectores, aún sin urbanizar; pero que ya están preparados en otros casos para comenzar a funcionar”. En algunos casos el carril bici se señalará en el suelo; en otros aparecerá tan sólo identificado a través de señalización horizontal “ya que no se podrá modificar el aspecto del pavimento, como por ejemplo en la calle Ruavieja, en pleno Camino de Santiago”.