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Concretamente, el Ayuntamiento prevé la posibilidad de aparcamiento subterráneo en una segunda instalación, entre San Antón y Vara de Rey, con capacidad para 400 plazas, todas para residentes. Un parking que se suma al anteriormente proyectado, con capacidad para 850 plazas, 425 de ellas también para uso residencial. En otras palabras: en abril de 2007, la Gran Vía logroñesa contará con 1.250 nuevas plazas de aparcamiento subterráneo (825 para residentes) y una nueva urbanización superficial, aunque los trabajos en superficie deberán estar terminados a finales de noviembre de 2006.
El Ayunta-miento ha decidido ampliar la dotación de plazas de aparcamiento en subterráneo de la Gran Vía, uno de los ejes de la renovación urbanística contemplada en el Plan de Centro. Al parking proyectado en esta importante arteria logroñesa, que comprendía el espacio entre las calles Chile y República Argentina, se suma ahora un segundo, entre San Antón y Vara de Rey. En total, 1.250 plazas, de las que 825 se reservan para residentes.
La posibilidad de ampliación se confirmó la semana pasada con la declaración de concurso de-sierto a la convocatoria realizada para el proyecto inicial, convocándose de nuevo un pliego con mejoras en todos los aspectos, tanto en los técnicos como en la urbanización.
La concejala responsable del distrito Centro, Concepción Gamarra, explicó que las nueve propuestas presentadas al concurso inicial “presentaban una gran diversidad, sin cumplir con todos los requisitos sobre el parking y la urbanización”. En este sentido, recalcó, “el proyecto debe ser el mejor posible”, por lo que se contempla la posibilidad de ampliar en la planificación original la construcción de un nuevo aparcamiento con 400 plazas para residentes entre San Antón y Vara de Rey. A esta circunstancia contribuye la desaparición de las limitaciones para construir en este ámbito por la cercanía del parking de la Plaza de la Paz, que en trámite administrativo ha visto extinguido el régimen de concesión, dejando vía libre a la construcción de este nuevo aparcamiento.
Ajustado a la demanda
Según explicó Gamarra, “el Ayuntamiento responde a la demanda vecinal, para la que las 425 plazas iniciales no eran suficientes”. Así, dijo, “el Ayunta-miento ha sido sensible a las numerosas peticiones de los vecinos de la zona”, e indicó que también se han recogido las propuestas de los comerciantes, “de forma que las obras no afecten a las campañas navideñas”
El concejal de Vialidad, Alberto Guillén, explicó el calendario de los trabajos, que definió “muy ajustado”. De tal forma, el próximo 3 de agosto se hará pública la adjudicación del concurso; las obras comenzarán después de Navidad (para no afectar al comercio en estas fechas), hacia el 15 de enero de 2006, con la intención de que las obras de superficie estén finalizadas en once meses, hacia finales de noviembre. El final total de la remodelación de Gran Vía, aparcamientos incluidos, se fija para mediados de abril de 2007.
Guillén se mostró muy riguroso con los plazos, “sin posibilidad para las empresas para introducir otras fechas distintas”.
Venta de plazas
y garantías
Tampoco se permitirá a las empresas introducir variantes en el precio estimado por plaza, que alcanzará los 24.297 euros, sin IVA, tal y como recoge el nuevo pliego.
Se introduce en la documentación la posibilidad de que compren plazas no sólo los residentes sino las personas que trabajan en un ámbito de hasta 300 metros del aparcamiento. Se establece, para ello, una limitación: hasta 50 metros cuadrados de negocio, 1 plaza; hasta 900 metros cuadrados, 6 plazas. El respeto por parte de la empresa adjudicataria de las condiciones estipuladas será avalado por garantías y penalizaciones “muy importantes” por incumplimiento. Además, tal y como se anunció recientemente, se incluye la recomendación de la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones de que en el caso de que la demanda supere la oferta en las plazas residenciales, se realice un sorteo público para su adjudicación.
Novedades y condiciones
Una novedad es la flexibilidad del pliego, en el sentido de que las ofertas podrán contener mejoras, como por ejemplo sobre el mobiliario urbano y los servicios, con instalación de terrazas de invierno, o contenedores soterrados.
Entre las condiciones estipuladas, se mantiene la obligatoriedad de la empresa constructora de mantener abierto siempre un carril durante las obras para tráfico de servicio, transporte público urbano, emergencias, etc. También se mantiene la configuración de la urbanización inicial, prevista para el primer parking, en la que se contemplaba dos carriles por sentido, con amplios espacios peatonales, una plaza-salón y carril bici.
Con todo, explicó Guillén, el deseo municipal es que las empresas puedan aportar novedades imaginativas en el ámbito de la urbanización, posibilidad que queda abierta con la convocatoria del nuevo pliego de condiciones.
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