El alcalde, Julio Revuelta, acompañado
por el concejal de Desarrollo Urbano, José Musitu, presentó la
semana pasada una nueva modificación al Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU) que dota de una mayor flexibilidad al planeamiento
urbanístico de Logroño, estableciendo unas nuevas “reglas”
que “garantizarán las necesidades de suelo de la ciudad
para los próximos 30 años”. La previsión para este periodo
de tiempo contempla la programación de las áreas de suelo urbanizable
no delimitado, con dotaciones residenciales (más de 9 millones
de metros cuadrados) e industriales y dotacionales (más de 5 millones
de metros cuadrados). Una planificación que afecta a aproximadamente
15 millones de metros cuadrados para estos usos.
Vivienda protegida
Precisamente una de la novedades derivadas de la flexibilización
de la norma urbanística, abordada en el Pleno celebrado ayer jueves,
fue la garantía de que al menos el 40 por ciento de las viviendas
que se construyan contarán con “algún tipo de protección”.
Esto quiere decir que de las 40.000 o 50.000 viviendas resultantes
de este desarrollo residencial, el 30 por ciento serán protegidas
tal y como las entendemos en la actualidad; siendo obligatorio
el destino de un 10 por ciento del total (a sumar al 30 por ciento
anterior) a la promoción de vivienda libre, “pero de precio
tasado”. Una iniciativa que supera el modelo de protección
implantado en la ciudad y que “garantiza el cumplimiento del
Plan Municipal de Vivienda para muchos años, incrementándose considerablemente
la cantidad de 600 pisos protegidos al año”. Sí especificó
el alcalde la necesidad de que bien el Gobierno central o la Comunidad
Autónoma regulen la implantación de esta figura “que permitirá
acceder a una vivienda a las clases medias, la mayoría de la gente,
que supera los requisitos de la protección oficial pero le es
difícil llegar al mercado libre”.
Explicó el alcalde que el precio
tasado de este modelo será de 2.100 euros el me-tro cuadrado,
lo que en un piso de 70 metros cuadrados se traduce en unos 169.000
euros (con garaje y trastero). Además el Ayuntamiento se reservaría
el derecho de tanteo, con el fin de evitar reventas.
Calificación de suelo terciario
Es otra novedad destacada. Se incorpora la calificación de suelo
terciario para ubicar oficinas, comercios, servicios públicos
y privados, dotaciones, centros educativos, centros empresariales,
etc, en cualquiera de estas áreas del suelo urbanizable no delimitado
(hasta ahora se había previsto algo semejante en el área de Pradoviejo).
Otras novedades: se crea el uso
de suelo dotacional privado de interés general para albergar centros
asistenciales, sociosanitarios, etc. desarrollados por entidades
sin ánimo de lucro. También es subrayable que el Ayuntamiento
desarrollará estos sectores de acuerdo a convenios urbanísticos
con los propietarios del suelo. Una tramitación para la que ya
se han recibido propuestas. Terminó el alcalde aludiendo a la
definitiva reconversión de industrial a residencial en algunas
zonas como Cascajos o el Polígono de San Lázaro.
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