El Ayuntamiento de Logroño y el Centro de Protección de Chóferes de La Rioja han iniciado una campaña conjunta para concienciar a la población infantil, así como a padres y tutores, sobre la necesidad de utilizar el cinturón de seguridad y las sillas de protección cuando viajen en un vehículo. Esta campaña, que se extenderá hasta el 22 de diciembre, se dirige a unos 1.600 niños de 5 años y se compondrá de diversas actividades como juegos, charlas y actividades escolares. Una de los principales atractivos para los más pequeños es la figura de ‘Gabi’, la mascota que servirá para que los más pequeños fijen el mensaje de la campaña.
        Mariam Ferrer, concejala de Atención a las Personas, explicó que la intención de la campaña es “transmitir a los más pequeños la importancia de usar el cinturón y las sillas de protección; intentar que sean buenos viajeros y a tomar las precauciones necesarias cuando monten en un vehículo”.
        Bajo el lema ‘Abróchate el cinturón y protégete como Gabi’, la campaña se desarrollará en los centros públicos y concertados de la ciudad, con actividades como encuestas, charlas y una sesión ‘para habituarse a los sonidos del tráfico’.
        También se ha puesto a disposición de todos los padres la web ‘www.ponteelcinturon.com’, en la puede encontrarse información adicional y juegos.
       
        Trágica estadística
        El responsable del Centro de Chóferes de La Rioja, Ángel Berrueta, informó que el objetivo de la campaña es “reducir al 50 por ciento la siniestralidad y el número de víctimas para 2010; ahora, hay cada año 40.000 accidentes mortales en Europa, con 1.000 niños de menos de 15 años entre los fallecidos, y una de las causas es no llevar el cinturón". Señaló, además, que, "analizando, por ejemplo, la entrada en los colegios de Logroño, sólo un 10 por ciento de los niños va con cinturón, y muchos en los asientos de delante"; en España, sólo un 20 por ciento de los niños de hasta 3 años usan sistemas de seguridad homologados cuando circulan por la ciudad, un porcentaje que sube al 50 por ciento cuando se sale a carretera; una cifra que, con todo, “sigue siendo baja”.