Presentado el proyecto ganador para la reforma del entorno de las Escuelas Trevijano, el futuro centro de interpretación arqueológica del entorno de Valbuena. La propuesta plantea un espacio abierto que conecta los elementos principales del entorno, relacionándolos con criterio estancial y pensando en la futura permeabilización de esta zona de la ciudad hacia el recorrido fluvial, a partir del parque del Ebro.
El Ayuntamiento de Logroño ya cuenta con el proyecto que determinará las principales líneas de ordenación y transformación urbanística de las Escuelas Trevijano y su entorno.
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La propuesta del equipo técnico del arquitecto Jacobo Bouzada ha sido seleccionada sobre otras dos propuestas para orientar dicho trabajo de rehabilitación. Un proyecto que deberá actuar en el edificio y que se plantea abierto tanto a las excavaciones de Valbuena, dentro del PERI Excuevas-Cuarteles como al entorno del Revellín, sobre todo.
Según el acta del jurado, de la que informaron los concejales José Musitu, Conrado Escobar y Javier García Turza, “el proyecto permite solucionar de forma satisfactoria la conexión de las excavaciones, la plaza de Murrieta, el Revellín y el parque del Ebro; conectando con una arteria principal como es Portales y saldando la deuda pendiente con la muralla. Todo ello ganando espacios para el paseo y revalorizando los elementos más valiosos de nuestro patrimonio”.
Un aspecto, el último, subrayado por Musitu, que resaltó el respeto de los valores emocionales de las Escuelas Trevijano con la funcionalidad de edificio. Explicó el edil la permeabilización de la nueva estructura del inmueble, dentro del que se adentra la propia plaza creada a su alrededor.
* Tres fases de actuación
La propuesta de Bouzada contempla tres partes distintas en la actuación. Por una parte, la urbanización del entorno del edificio, con la semipeatona-lización de la calle Once de Junio, “creando un gran conjunto estancial del que participan la calle Portales, el Centro Cultural de Ibercaja y la Sala Amós Salvador”. El tratamiento estético será similar en toda la zona, con adoquín de
granito. Además, se deprimirá aproximadamente metro y medio el aparcamiento existente en la zona con el fin de no impedir la vista hacia el Norte, el parque y la zona de las excavaciones.
La otra parte importante reside en el edificio. Se mantiene la fachada principal, surgiendo un nuevo volumen de dos alturas con una estructura diáfana. La planta baja estará acristalada y la primera se destinará a exposiciones, proyecciones, etc.
La tercera fase se refiere al tratamiento, mientras duren los trabajos arqueológicos, de los recorridos y visitas a los yacimientos. Se propone un circuito peatonal mediante pasarelas de madera, partiendo desde el Cubo del Revellín y jalonadas en el entorno de Valbuena hasta por tres atalayas para la observación de las ruinas por parte del visitante. Su estructura será ligera (acero y cristal) y su apariencia, espectacular, con casi nueve metros de altura y un diseño novedoso que ofrecerá diferentes puntos de vista del entorno.
El proyecto deberá definirse definitivamente mediante su redacción por parte, posiblemente, del mismo equipo ganador del concurso municipal. El presupuesto inicial supera los 2,8 millones de euros y el plazo de inicio de los trabajos se sitúa en el próximo verano, con la intención de finalizar el trabajo en la primavera del año 2007.
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