El pasado martes se celebró una sesión extraordinaria del Consejo Social de la Ciudad; una reunión en la que el alcalde, Julio Revuelta, propuso una planificación para que Logroño cuente en ocho años con un servicio de guardería “universal y gratuito”. En otras palabras, el alcalde quiere que en ese tiempo “se llegue a toda la población que lo necesite y sin coste alguno para el usuario”. Para ello, según dijo, “será necesaria la coordinación de todas las Administraciones públicas”, aunque se limitó a exponer la planificación municipal. El otro asunto tratado en el Consejo Social se centró en las líneas de trabajo previstas con respecto a la inmigración en la ciudad.

* Hacia las 3.400 plazas
En este momento el Ayuntamiento de Logroño cuenta con una guardería municipal con 40 plazas; además se atiende a un concierto con Cocina Económica para otras 57 plazas; y se subvenciona a 407 familias a través de las ‘chiquibecas’ para niños en guarderías privadas (que ofrecen un servicio en Logroño aproximado a las 1.300 plazas). Con estas cifras, según el alcalde, “se trata de llegar a las 3.400 plazas, que es lo que hace falta”. Es decir, “sería necesaria la creación de casi 2.000 plazas en estos años y cubrir la totalidad del gasto”. Por ello, explicó, el Ayuntamiento pasaría de realizar un esfuerzo anual de algo más de 650.000 euros a disponer más de 4 millones de euros al año exclusivamente para cubrir las necesidades de guarderías en Logroño. “Con ello se cubriría la tercera parte del gasto total, por lo que sería imprescindible la implicación del resto de Administraciones; el Ayuntamiento no podría hacerlo solo”.
       
* Mejora en progresión
La adaptación de este programa será gradual. Cada año se mejorará la dotación. “Cada dos años nos plantearemos el reto de la creación de plazas, con unas 450 por guardería (aplicándose a cualquiera de las líneas en las que se trabaja, como la oferta pública, los convenios con asociaciones o empresas; o bien mediante las chiquibecas en guarderías privadas); mientras que las ayudas económicas sí mejorarán cada curso a razón de unas 300 más por cada año”. Subvenciones (las conocidas ‘chiquibecas’) que, según Revuelta, suponen la medida “más sencilla de ejecutar”, incrementándolas hasta llegar a las 3.400 familias.
“Con todo”, señaló, “al cabo de los ocho años tendremos cubiertas las necesidades, pero lo bueno es que ya el próximo año se registrará un incremento importante”. Una medida, recordó, que responde a la tendencia establecida por el Ayuntamiento de Logroño, “puesto que este año se han concedido el doble de chiquibecas que el año anterior”.
Una atención que “se potenciará” y que, entre otras condiciones, encontrará la total disposición del Ayuntamiento para activar sus recursos patrimoniales, principalmente con el objetivo de ceder el suelo necesario que sirva para construir nuevas guarderías.

Líneas de trabajo sobre la inmigración
El otro punto en el orden del día del Consejo Social se centró en la inmigración. Se trataba de escuchar las propuestas de este órgano municipal, una vez conocido el contenido del estudio encargado para conocer la situación de la población extranjera en Logroño. Al margen de ello, el alcalde citó algunas de las líneas sobre las que el Gobierno municipal quiere trabajar. Son las siguientes:
- La determinación de la capacidad real de acogida que alberga la ciudad de Logroño.
- El control de la legalidad y la distinción de la inmigración legal sobre la ilegal. En este sentido los Ayuntamientos pueden incorporar, previa modificación legal oportuna, los instrumentos administrativos que permitan advertir situaciones de ilegalidad, a través de los mecanismos administrativos de empadronamiento.
- La cobertura de la totalidad de las necesidades, pensando en las especiales dificultades de los inmigrantes. En este aspecto, se piensa en la solicitud de los Ayuntamiento al Gobierno central de la cantidad de 100 euros por persona inmigrante como contraprestación al esfuerzo desarrollado por la hacienda municipal.
- La participación y coordinación con las asociaciones implicadas en el proceso de arraigo de los inmigrantes, en su proceso de integración y cohesión social. En cuanto al llamado ‘principio de arraigo’, se trabajará en la línea que otorga al tiempo de residencia un criterio de ponderación para acceder a determinados servicios municipales; todo ello sin menoscabo de las prestaciones sociales básicas.