Según la crónica municipal, en el año 1974, la Iglesia concedió a la histórica Ermita el privilegio de ser “apta para poder ganar el Jubileo concedido por el Papa Pablo VI, en Año Santo, y atendidas las razones que en la misma se exponen de coincidir con el tercer centenario de dicha Ermita, y ser la misma lugar piadoso de reconocida devoción y afluencia de fieles, especialmente por la ciudad de Logroño”.
En cuanto a su aspecto, tal y como la conocemos hoy, la Ermita fue restaurada en 1878 por parte de un recordado logroñés, de nombre Ayala, en un momento próximo a su derrumbe por su estado. En este momento se le añadió el pórtico que hoy la caracteriza como campanil. En estos días, la carretera de El Cortijo, donde se ubica, ha conocido el proyecto para su remodelación, que ampliará precisamente el paso peatonal hasta la zona de la propia Ermita desde la rotonda del Cuarto Puente.
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