El Ayuntamiento contratará este mes un estudio del que se esperan obtener alternativas para la integración de la circunvalación en la ciudad y su conversión en ronda de distribución del tráfico interno. Entre los principales objetivos: considerar nuevas depresiones y cubrimientos; acometer los puntos aún no resueltos; convertir el viario en un eco-bulevar; y crear nuevos accesos desde la autopista AP-68.
El Ayuntamiento de Logroño contará en el plazo de seis meses con un estudio sobre la futura integración de la Circunvalación de la ciudad y su entorno. Para entender el origen de esta contratación municipal hay que remontarse a la decisión unánime del Pleno en el pasado ejercicio, en la que se especificaba que la actual Circunvalación debería dejar de tener tal condición y pasar a convertirse en una ronda Sur con el fin de canalizar exclusivamente el tráfico interno.
El interés municipal pasa porque dicha Circunvalación “se convierta en un eco-bulevar con especial tratamiento paisajístico y medioambiental” y por encontrar soluciones a las conexiones con la actual Autopista a su paso por Logroño, el Hospital San Pedro y a los polígonos industriales. Además se espera que el estudio ofrezca las mejores posibilidades para deprimir algunos tramos o su cubrimiento.
El encargado de explicar esta contratación fue el edil de Desarrollo Urbano, José Musitu, quien aludió al “reciente desarrollo urbanístico de la ciudad” para explicar “la necesidad de reconsiderar la configuración y utilidad de este viario para incorporarlo como una ronda urbana”. “Se trata”, dijo, “de contratar un estudio que diseñe alternativas con el objetivo de la integración de la circunvalación en la ciudad”; contratación que cuenta con un presupuesto de 90.000 euros.
La situación actual
El concejal se remontó a la última gran actuación emprendida en este viario, teniendo en cuenta el llamado nudo de La Estrella; su depresión sin cubrimiento hasta Avenida de Madrid; su cubrimiento desde este punto hasta República Argentina y “desde este lugar, su depresión sólo en algunos tramos”. Este tratamiento tan diverso es uno de los aspectos que deberá analizar el estudio, teniendo en cuenta que “queda sin resolver la conexión con Siete Infantes de Lara, la prolongación con Pradoviejo, el paso a distinto nivel en Portillejo y el paso deprimido de la circunvalación en el Arco de Navarrete”. Deberá plantearse un nuevo modelo viario, con depresiones, cubrimientos; presupuestos y, en cualquier caso, “una evaluación de cotas y perfiles que indique si existen posibilidades para actuar en uno u otro sentido”.
Nuevos accesos
Otra de las soluciones que se esperan del estudio es la de la articulación de tres nuevos accesos desde la autopista AP-68: alto de La Grajera, monte ‘La Pila’ y Hospital San Pedro, con Portalada III. Todo ello teniendo en cuenta, según el edil, “la deseable gratuidad de la autopista a su paso por Logroño” que vendría a desarrollar la labor de nueva circunvalación.
Musitu también recordó que es importante encontrar propuestas de integración paisajística y que también se pretende “mejorar las comunicaciones con el Polígono de Cantabria y La Portalada, a la altura de Varea”. Este último punto ya vinculado a la circunvalación Este de Logroño, que también pasaría a desempeñar la función de ronda Este. Lógicamente el estudio servirá como herramienta para encauzar las acciones que en el futuro puedan tomarse, teniendo en cuenta que en la decisiones y en la financiación deben participar las diferentes Administraciones públicas.
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