Los representantes de las instituciones y entidades participantes en la organización de la muestra ‘La Rioja Tierra Abierta’ (Ayuntamiento de Logroño, Gobierno de La Rioja y Caja Rioja) visitaron el pasado lunes las dependencias del Cubo del Revellín, una vez finalizada la primera fase en las labores de rehabilitación del mismo para convertirlo en referente de una exposición que pretende, entre otros aspectos, proyectar Logroño y La Rioja al exterior. Así, el alcalde de Logroño, Julio Revuelta; la consejera de Turismo, Aránzazu Vallejo; y el presidente de Caja Rioja, Fernando Beltrán, pudieron comprobar sobre el terreno el resultado de la primera fase de los trabajos, en los que se ha limpiado el edificio, se han eliminado los elementos sin valor añadidos con el paso del tiempo y se ha procedido a la catalogación arqueológica del histórico emplazamiento.

Lo explicó el arquitecto responsable de los trabajos, Jesús Ulargui, quien indicó que han deparado sorpresas “como la aparición del pavimento original de piedra, oculto debajo de varias capas de suciedad acumuladas con los años”. Uno de los próximos trabajos será el acondicionamiento final de la bóveda que corona la estancia inferior y que se utilizará como pantalla de proyección. Los principales contenidos expositivos del Cubo serán los valores medioambientales de La Rioja y su entorno; así como el análisis de la Historia de Logroño, vinculada a la construcción, evolución y uso del edificio.
La planta superior estará caracterizada por el acondicionamiento de un mirador que ofrecerá una privilegiada panorámica del entorno en la que destacarán las excavaciones de Valbuena.
       
Un proyecto de ciudad
El alcalde de Logroño, Julio Revuelta, destacó la rehabilitación del Cubo de El Revellín como “uno de los proyectos más ambiciosos de la ciudad” y aseguró que “nos permitirá conocer mejor cómo es nuestro pasado, ponerlo en valor y conservarlo utilizando las técnicas más novedosas para realzar lo ya existente”.
Revuelta explicó también los pasos que se han ido dando para llegar a la situación actual, “en la que, además del edificio, cobra relevancia el entorno”. Valbuena, la adquisición de inmuebles para la realización de catas arqueológicas sobre el terreno, el futuro plan de actuación para acondicionar la parte de las murallas que permanece enterrada; el plan de reordenación viaria del entorno de la calle Once de Junio y el proyecto de las Escuelas Trevijano fueron algunas de las actuaciones destacadas por el responsable municipal.
       
Una “grata sorpresa”
La consejera de Turismo, Aránzazu Vallejo destacó la “sorpresa” que supondrá no sólo para los visitantes, sino también para los propios logroñeses descubrir este edificio. Una rehabilitación que “permitirá revivir el Logroño de la época y que tendrá continuidad una vez finalice ‘La Rioja Tierra Abierta”. No olvidó la consejera la condición de “emblema” para la ciudad de esta edificación, a lo que vinculó “el claro interés turístico” en el que se resume la apuesta de “recuperar para después atraer”.