La semana pasada tuvimos ocasión de reflejar en las páginas de DBF el incremento de la actividad en el Casco Antiguo de la ciudad. El proyecto de rehabilitación para la Judería o el Plan ‘Mercaderes’ son ejemplos de la actuación que el Ayuntamiento está impulsando en esta zona. Hoy podemos ofrecer dos ejemplos más; dos aspectos sin cuyo concurso revitalizar el Casco Antiguo no sería posible: el trabajo municipal y la implicación de la iniciativa privada. En su esencia, la fórmula de la rehabilitación: conseguir un lugar atractivo. Combinar viviendas y nuevas dotaciones. Está funcionando.
En los últimos tiempos es evidente el resurgir del Casco Antiguo gracias a la iniciativa compartida entre el Ayuntamiento de Logroño, otras instituciones, iniciativas empresariales y la inversión particular. Hemos tenido ocasión, a través de estas mismas páginas, de informar de nuevas actuaciones de rehabilitación, la construcción de nuevas viviendas y garajes; o el acondicionamiento de espacios públicos que ofrecen una versión más amable y atractiva de esta zona de la ciudad.
Pues bien, el pasado lunes, una de las zonas más características del Casco Antiguo, la calle Mayor, Marqués de San Nicolás, también ha entrado a formar parte de la nómina de calles en las que los aires de renovación y regeneración ofrecerán otra cara de uno de los ejes más importantes en este entramado del centro histórico logroñés.
Será posible gracias a la construcción de 32 nuevas viviendas, 78 garajes y varios locales dedicados al uso comercial, hostelero o administrativo. El lugar elegido es un solar de casi 900 metros cuadrados ubicado entre los números 97 y 105 de la calle Mayor. La empresa Promociones Arcaya será la responsable de materializar este proyecto, cuyo presupuesto superará los 3,3 millones de euros. Los trabajos comenzarán el próximo año, finalizando a mediados de 2008.
       
Un lugar para vivir

Conrado Escobar, responsable de la concejalía de Casco Antiguo, indicó que “el único camino válido para rehabilitar esta zona de la ciudad es hacerla un lugar atractivo para invertir, para pasear y, sobre todo, para vivir”.
Y en cuanto a las viviendas, los inmuebles se dividirán en cuatro alturas y el acceso a los mismos se realizará desde un mismo portal que comunicará con dos núcleos de escalera y ascensor. En total, se crearán 28 viviendas y 4 apartamentos, oscilando la superficie entre los 30 y 70 metros cuadrados.
La actuación no está exenta de respeto hacia la estructura formal de la calle, más tradicional. Se mantendrán los forjados y los balcones, ajustándose la construcción a los preceptos propios de la construcción según ordenanza especial para el Casco Antiguo.
       
Mayor anchura de la calle

El inicio de la construcción de las viviendas estará precedido por el derribo de los inmuebles existentes en esas parcelas, a excepción de la correspondiente al número 97, que ya se encuentra libre puesto que fue derruido en el momento de la construcción de los cines Moderno (colindantes), propietario entonces de los terrenos ya que en su momento los adquirió pensando en una futura ampliación.
Con la construcción del nuevo edificio se recuperará la alineación con el resto de los inmuebles, ampliando la anchura de la calle. Será posible gracias a un sensible incremento en la altura de las viviendas y un reducción (de algo menos de dos metros) del fondo edificable.