“El objetivo del Ayuntamiento es seguir reduciendo la presión fiscal con el fin de que el esfuerzo económico de las familias sea cada vez menor”. Esta frase resume la intervención de la concejala de Economía, Mar San Martín, en la presentación de las Ordenanzas Fiscales para el próximo año; es decir, el documento que establecerá el desembolso que los logroñeses deberán realizar en 2007 por el pago de tributos o por la prestación de servicios municipales. Los impuestos se actualizan por debajo del IPC previsto y a las tasas se aplica una revisión del 3,7 por ciento, de acuerdo con el incremento del IPC registrado el último año.
       
La concejala desgranó, impuesto a impuesto, las cifras que los regirán el próximo año. Así, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se actualizará en una centésima, pasando del 0,46 al 0,47 por ciento. Vehículos y Actividades Económicas (IAE) “se actualizan en un 2 por ciento”; mientras que el Impuesto de Construcciones (ICO) y las Plusvalías “quedan congelados”. Según San Martín, la presión fiscal trasladada al ciudadano es “menor”, ya que “las actualizaciones se producen por debajo del IPC previsto”.

Las tasas y los precios públicos; es decir, el coste que tienen que pagar los vecinos por un determinado servicio municipal como aguas, alcantarillado, cementerio…, se ajustan a la inflación registrada en el último año, “actualizándose en el 3,7 por ciento”.
       
El coste para una familia
       
San Martín explicó gráficamente el alcance que las nuevas Ordenanzas Fiscales tendrán para una familia media en Logroño. Así, explicó que la repercusión de los impuestos y tasas más comunes (ejemplificó) como el IBI, Vehículos, agua, basura y alcantarillado supondrán un desembolso de 432 euros al año; “11 euros más que en el actual ejercicio, a razón de unos 90 céntimos mensuales más”.
Una cantidad que, según San Martín, “nos sitúa entre las diez ciudades más baratas y, sin duda, la primera o de las primeras de nuestro entorno o de ciudades de similares características a la nuestra”. Y puso otro ejemplo: “Logroño es un 66 por ciento más barata que Zaragoza”; cifras que, según explicó, “dejan muy clara la intención de este equipo de Gobierno municipal: ofrecer más y mejores servicios sin que ello reporte un mayor esfuerzo al ciudadano”.
Una vez aprobadas por parte de la Junta de Gobierno estas modificaciones, serán llevadas al próximo Pleno de noviembre para su debate y definitiva aprobación.
       
Modernización del servicio

A lo expuesto, la concejala sumó la modernización del sistema tributario logroñés, eliminando las esperas en ventanilla con la puesta en marcha del nuevo sistema electrónico de turnos que, sólo el año pasado, cursó 27.000 atenciones, con una media de 2.000 mensuales. El tiempo media de espera en este servicio fue de 4 minutos. También citó la edil el nuevo sistema de pago electrónico, “uno de los primeros implantados en los Ayuntamientos de todo el país”.