El Centro Tecnológico de La Fombera ya es una realidad. Un ejemplo de “modernidad y competitividad”, según palabras del presidente regional, Pedro Sanz; y un espacio “para la tecnología, la formación y la innovación”. En otras palabras: nace un complejo singular dedicado a la dimensión tecnológica de La Rioja, entendiendo como tecnología esa variedad de conceptos que –a los ya citados- cabe añadir la investigación y el desarrollo. El alcalde, Julio Revuelta, asistió a la presentación de este claro icono tecnológico para nuestra ciudad y el conjunto de la región. “Una seña de identidad para La Rioja”, como explicó Sanz; y, además, un referente arquitectónico diseñado por Alejandro Zaera Polo, presente en la cita junto con su esposa y también arquitecto Farsid Moussavi.
El Centro Tecnológico de La Fombera establece un referente urbano a orillas del Iregua, mezclado en la masa vegetal del propio parque fluvial, de los propios jardines que invaden las estructuras metálicas y de cristal; o el parque-vivero que lo rodea. La Avenida de Zaragoza, una vez atravesado el nuevo sector de Los Lirios, se abre a un nuevo empeño regional de convertirse en referencia tecnológica y formativo-empresarial en toda España. El presidente riojano así lo intentó plasmar, cuando se refirió al Centro como “la gran casa común de la innovación en La Rioja”.
Empresas, emprendedores, trabajadores, docentes, investigadores... todos tienen cabida en La Fombera. Su objetivo es claro: coordinar la I+D en La Rioja. Un papel que desempeñará en tres ámbitos: el Centro de Innovación y de Transferencia Tecnológica; el Centro de Iniciativas Empresariales (para el que ya se han elegido diez empresas); y el Centro Nacional de Formación en Nuevas Tecnologías; todos ellos con aulas, talleres tecnológicos, laboratorios y otros servicios.
En el Centro se han invertido 20 millones de euros, para una actuación sobre más de 30.000 metros cuadrados (más de 7.000 construidos). Hoy La Fombera, Centro Tecnológico, es una realidad.
|