0928 11 Mayo 2007
 
 
 
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El Ayuntamiento plantea tres enlaces viarios para convertir la autopista en la circunvalación de la ciudad

       El Ayuntamiento ya cuenta con las conclusiones del estudio de infraestructuras viarias contratado con el fin de articular de alguna forma la conversión de la actual circunvalación en una vía distribuidora del tráfico interno de la ciudad y, a su vez, la autopista en nueva circunvalación. El resultado “evidencia la necesidad de construir tres nuevos enlaces con la autopista, con el fin de integrarla en la trama urbana, liberalizándola”. El alcalde, Julio Revuelta, y el presidente regional, Pedro Sanz, explicaron el detalle de esta actuación que, como indicaron, “es competencia del Gobierno central” pero que “realizaremos con o sin compañía puesto que es vital para la ciudad: es una necesidad”. Sanz informó de los primeros contactos con la concesionaria de la AP-68, que se ha mostrado “receptiva para llegar a un acuerdo”.


       Si atendemos a los antecedentes, en octubre de 2005, el Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad el Plan de Infraestructuras para la ciudad de Logroño. Una programación basada en un estudio que arrojaba la siguiente conclusión: “la actual circunvalación debe servir para resolver el tráfico interno de la ciudad, la conexión Este-Oeste con los barrios y los accesos al centro urbano”. En otras palabras, la futura planificación en ningún caso debía contemplar dicho viario para articular los tráficos de entrada y salida.

        “Para ello”, aseveró el alcalde, “se contempla la construcción de tres nuevos nudos con la autopista, con el fin de convertirla en la nueva y verdadera circunvalación que necesita Logroño”.
        Con dicha premisa, Revuelta explicó que en septiembre de 2006 y en cumplimiento del acuerdo plenario, el Ayuntamiento encargó un estudio que ofrece como resultado estos tres nuevos enlaces viarios. Unos nudos que se han definido técnicamente, presupuestados en 17,3 millones de euros y “cuya inversión debe ir acompañada por la liberalización de esos tramos de autopista como nueva circunvalación de Logroño”.
       
La justificación
        Tal y como recoge el citado estudio, en la actualidad la circunvalación recoge en algunos puntos el paso de hasta 70.000 vehículos diarios, de los que casi 13.000 son pesados. Paralelamente, en la AP-68 circulan apenas 9.000, de los que un millar son vehículos pesados. “Es imprescindible”, dijo el alcalde, “que todo el tráfico pesado que soporta la circunvalación se desvíe a la autopista”. De hecho, “han mejorado las condiciones gracias a la liberalización de peaje que ha impulsado el Gobierno de La Rioja en los últimos años y, aún así, no serán eficaces hasta que no se creen los tres nuevos nudos previstos, encargados y ya proyectados por el Ayuntamiento”. Un trabajo que correspondía al Gobierno central, indicó, “como de igual forma le corresponde costear la ejecución de los nudos”. En cuanto a las infraestructuras viarias de unión entre estos enlaces y el resto de los sistemas viarios logroñeses, Revuelta explicó que “serán financiados por el Ayuntamiento, puesto que tienen que ver con la articulación de la ciudad”.
       
El proyecto
        Además del enlace de Recajo, que conectará la Autovía del Camino y la N-232 con la Autopista y circunvalación, se crea otro nudo: el que daría servicio al Hospital San Pedro, recogiendo los tráficos de Villamediana y Alberite (y que incluye la construcción de un nuevo puente sobre el Iregua a cargo del Gobierno de La Rioja). Continuando, encontramos el actual nudo de enlace con la autopista y al Oeste, antes de La Grajera, se crearía otro nudo (denominado transversal Oeste) y que llegaría hasta las proximidades del Arco de Navarrete. Finalmente, una vez pasado La Grajera, un nuevo enlace unirá los accesos por el Oeste de la N-120 y la N-232. En conjunto, una solución para todo el tráfico de paso y para los accesos y salidas de la ciudad.
       
Integración de la autopista

        El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, secundó la intervención del alcalde, en el convencimiento de que “la actual autopista no comunica sino que aísla a La Rioja”. Una realidad que el Gobierno regional ha intentado atenuar “con el peaje libre de Agoncillo a Navarrete o la gratuidad de los retornos”. Con todo “existe reticencia al uso de esta vía. Por eso la responsabilidad de este presidente y este alcalde ha sido poner en valor el proyecto, trabajar por nuestra cuenta, y ahí están esos tres nudos que permitirán una autopista más integrada en la ciudad”. Un trabajo que ha servido para que el Gobierno regional haya comenzado los contactos con la concesionaria, haciéndole llegar el estudio y obteniendo, según el presidente, “receptividad para llegar a un acuerdo y ponerlo en marcha”. Y Sanz habló de compromiso con el proyecto; hasta el punto, dijo, “de que lo harán el Ayuntamiento y el Gobierno riojano con o sin compañía”, en alusión al Gobierno de España. Con todo, el presidente explicó que los trabajos comenzarán en cuanto la concesionaria dé su visto bueno al proyecto, “lo que igualmente se trasladará al Gobierno central”.
       

 

 

     Ayuntamiento y Gobierno de La Rioja quieren facilitar la conversión de la AP-68 en circunvalación de Logroño, para lo que se proyectan tres enlaces.