El Plan Comarcal

Los años sesenta del pasado siglo fueron protagonistas de un crecimiento importante de la ciudad. La concesión de un Polo de Desarrollo para Logroño y varios municipios limítrofes obligó a replantear el planeamiento vigente. El Plan de Alineaciones de 1958 era un documento insuficiente, y se elaboró el Plan Comarcal de Ordenación Urbana, aprobado en 1974 que abordaba por primera vez con planteamientos globales los problemas urbanísticos de la ciudad y su área de influencia. Paralelamente, el Ayuntamiento se dotó de un departamento especializado en este campo, que daría lugar al actual Servicio de Urbanismo.

El Plan Comarcal se desarrolló para el suelo urbano consolidado mediante el denominado Plan del Área Interior, en el casco antiguo con el Plan Especial del Centro Histórico, y en otras zonas de nuevo crecimiento mediante la redacción de diversos planes parciales, aunque muchos de ellos no llegaron a ejecutarse por la llegada de una fuerte recesión económica (crisis del petróleo).

El Plan General de Ordenación Urbana de 1985

El Plan vigente en la actualidad es el Plan General de 1985, que se redactó siguiendo la Ley del Suelo de 1976. En él se abandonaba el modelo del Plan Comarcal, centrándose en dos problemas: el exceso de edificabilidad del planeamiento anterior y la falta de dotaciones del suelo urbano. Fruto de estos años fue la ejecución del parque del Ebro, el complejo deportivo de Las Norias, o la primera fase del conjunto de La Grajera.

La revisión del Programa de Actuación de 1992

La escasa atención al crecimiento tuvo que ser reconsiderada, ya que tras la crisis se recuperó la actividad constructiva. En 1992 se aprobó una revisión del Programa de Actuación que no introducía grandes novedades en el interior de la ciudad, pero suponía una notable ampliación del suelo urbanizable, el inicio de la renovación del suelo industrial inadecuadamente emplazado y la adaptación del Plan a la legislación urbanística recién aprobada en esas fechas (ley 8/1990). Con este planeamiento se ejecutó el parque de San Miguel, que iniciaba el planteamiento de espacios libres en cuña. El Programa de Suelo se reveló como un sistema eficaz para gestionar la obtención de terrenos dotacionales.

La revisión del Programa de Actuación de 1998

La siguiente revisión del Programa se produjo en 1998, continuando el dinamismo constructivo y coincidiendo con una importante crisis en la legislación urbanística. El nuevo crecimiento seguía los criterios multidireccionales del anterior, completado con una decidida intervención residencial en la orilla izquierda, atreviéndose por fin la ciudad a saltar la barrera del Ebro. Especial interés tienen la intervención en la zona de la Ribera, (con un importante parque y nuevos edificios institucionales) y la ampliación del parque de La Grajera. En suelo urbano se limitó a proponer algunas modificaciones puntuales, como la referente a mejoras en el esquema viario. Para su gestión, fue necesaria la elaboración de un nuevo Programa de Suelo para el periodo 1998-2006.

Paralelamente al de carácter general se ha elaborado planeamiento a otros niveles, debiendo destacar por lo poco convencional de su planteamiento las directrices de planeamiento para determinadas áreas y los planes especiales en el casco antiguo.

El Plan General Municipal

La entrada en vigor de la legislación del suelo autonómica (Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja) ha supuesto la adaptación del Plan a sus determinaciones, destacando la aparición de la nueva categoría de suelo urbanizable no delimitado y un enfoque diferente del suelo no urbanizable protegido, aunque manteniendo el resto de determinaciones del Plan.

Se han delimitado varios sectores, no agrupados en Programa, con distinta fortuna en su desarrollo.