El Pleno del Ayuntamiento adjudicó la pasada semana la construcción del cuarto puente sobre el río Ebro a la empresa Ferrovial Agromán, según un proyecto diseñado por el ingeniero Javier Manterola, de la oficina técnica de Carlos Fernández Casado.
        El acuerdo, que contó con los votos favorables del PP, PSOE e IU y la abstención del PR, permitirá la construcción de este nuevo viaducto sobre el río con un presupuesto global de 1.698 millones de pesetas.
        Una solución nueva
        La solución que plantea -un puente de arco con pasarelas peatonales voladas, separadas de la calzada central- es, además de muy espectacular, nueva, según sus autores.

       
        “No existe nada similar en el mundo -explican en la memoria del anteproyecto presentado- y corresponde a la evolución de un puente que estamos construyendo ahora mismo en Zaragoza (...) La evolución que presenta esta solución es la correspondiente a la separación de las aceras del cuerpo de la calzada central, siguiendo arcos circulares en planta. Al sostener estos paseos de peatones del mismo arco central se crea una configuración espacial muy interesante, dentro de la cual, al cruzar el puente, penetran los vehículos. Por otro lado, el peatón experimentará una sensación nueva al cruzar el puente por pasarela tan airosa”.
        El nuevo puente se construirá con un arco superior de 140 metros de luz -sin apoyos en toda esta longitud- que soportará un tablero central destinado al tráfico de vehículos, con 18 metros de anchura. Este tablero albergará dos carriles por sentidos, de 3,5 metros de ancho cada uno, una mediana de 2 metros y alojará las defensas. Además, sostendrá los dos tableros peatonales metálicos, con una anchura útil de 3,5 metros. En las intersecciones de ambos extremos, con las carreteras de El Cortijo y N-232, se plantean glorietas con calzadas de 10 metros de ancho -2 carriles de 5 metros cada uno-.
        La solución de colgar las pasarelas voladas del arco central plantea, según los autores “problemas resistentes nuevos”. Para resolverlos se utilizarán dos medidas: “la primera dando rigidez a la flexión horizontal del arco, lo que se consigue desdoblándolo en dos y uniéndolos entre sí por un tejido transparente de pequeños tubos. La segunda, anclando horizontalmente el arco por los dos primeros tirantes que unen el estribo al mismo”.
        El arco superior estará formado por dos tubos de 1.000 milímetros de diámetro y espesores que varían entre 46 y 50 milímetros. Los arcos metálicos se pintarán de color gris muy claro.
        Iluminación ornamental
        Según se detalla en la memoria del anteproyecto, “esta iluminación se situará en el eje de la mediana y en los bordes interiores de las pasarelas de peatones y estará formada por proyectores de 150 watios que iluminarán los tirantes y la parte inferior del arco. También se dispondrán en la orilla 20 proyectores de 400 watios para la iluminación inferior del puente”.