El
concejal de Medio Ambiente, Pablo Santaolalla, presentó el pasado
martes, ante los medios de comunicación, el proyecto de la línea
de fangos, que se va a construir en la estación de tratamiento
de agua potable para depurar el agua que se utiliza en el lavado
de filtros y en las purgas de decantación de la estación potabilizadora.
Anualmente 2,3 hectómetros cúbicos anuales de agua e utilizan
para estos usos, necesarios para el proceso de tratamiento del
agua hasta que se convierte en potable.
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Hasta ahora, el agua que se utilizaba en este proceso de limpieza
se vertía en una acequia de riego, ya que las partículas en suspensión
que tenía imposibilitaban otras utilizaciones.
Cuando el Ayuntamiento
de Logroño construya esta línea de fangos, cuyas obras comenzarán
próximamente, será posible el tratamiento de este agua y su reutilización
en usos futuros. Según detalló Santaolalla, se está estudiando
la posibilidad de que estas aguas se dediquen al riego de parques
y jardines y a la limpieza viaria en las zonas sur y oeste de
Logroño.
En la nueva línea de
fangos, el agua seguirá el siguiente proceso para su depuración.
En primer lugar, el agua irá a parar a una arqueta de bombeo,
desde donde entrará en un depósito de homogeneización y tratamiento,
en la que se agitará continuamente el agua y los sólidos que contenga
para impedir su decantación.
Posteriormente comenzará
el proceso de depuración propiamente dicho con la adición de un
reactivo por el que se aglutinarán las partículas hasta obtener
flóculos cada vez más grandes que bajen al fondo por gravedad.
En una segunda cámara, de espesamiento, se separarán los fangos,
que quedarán en el fondo y el agua limpia, ya tratada, que ocupa
las zonas más superficiales.
Los fangos depositados
en el fondo contendrán aún una gran cantidad de humedad, un 70
por ciento aproximadamente, cifra que será preciso reducir. Para
ello, pasarán primero por un proceso de deshidratación y después
por otro de centrifugación a altísima velocidad, con lo que se
obtendrán unos fangos con, tan sólo, una humedad del 20 por ciento.
Con todo este proceso
se conseguirá depurar el agua y obtener unos fangos inertes que
son ya materia inorgánica no contaminante.
El proyecto incluirá
también la ejecución de un edificio de control con talleres, almacenes,
laboratorio y vestuario. Además, todo el sistema se gobernará
por un medio automatizado que se incardinará en el control general
de la estación de tratamiento.
El presupuesto de estas
obras es de 313 millones de pesetas y el Ayuntamiento cuenta para
ejecutarlas con una subvención de los fondos europeos del 80 por
ciento. El plazo de ejecución de las obras es de nueve meses.
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