El concejal de Vialidad del Ayuntamiento de Logroño, Alberto Guillén, presentó la semana pasada el proyecto de remodelación integral del aparcamiento subterráneo existente en la calle Tricio, en la parte trasera de la Casa Consistorial, que una vez concluida su reforma se destinará a uso exclusivamente municipal.
Hasta ahora, este aparcamiento era público y de libre acceso, registrando en los últimos meses “un evidente deterioro por el paso del tiempo y por las filtraciones de humedad”, según explicó Guillén, por lo que se procederá a su acondicionamiento y a la urbanización de la superficie, en coherencia a la que en estos momentos se está realizando en el entorno.
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El ámbito de actuación
comprenderá un total de 7.200 metros cuadrados, aunque el espacio
destinado a aparcamiento tendrá algo más de 4.360, lo que proporcionará
una capacidad para 137 vehículos. El resto del espacio se destinará
para ampliar las dependencias municipales.
Este anteproyecto de
remodelación, que prevé una inversión de 385 millones de pesetas,
supondrá la reparación del forjado de la cubierta del aparcamiento,
la impermeabilización de la misma y una nueva pavimentación de
rodadura, en sustitución de la existente.
Peatonalización
en la superficie
Esta actuación se completa
con la reurbanización de la superficie del aparcamiento. Los estacionamientos
existentes en la calle, incluidos los del área municipal, desaparecerán
dando lugar a un corredor peatonal desde la misma plaza frontal
del Consistorio hasta Madre de Dios.
La intención es crear
un espacio estancial más dedicado al peatón a través de la peatonalización
de la manzana norte que rodea el Ayuntamiento y que conecte así
con el entorno del Ebro a través de la Avenida de la Constitución.
Para ello se establecen dos áreas de actuación, una a cada lado
del saliente del edificio que conforma el Auditórium Municipal,
conectadas a su vez con una línea en dirección este-oeste de mobiliario
urbano. Los accesos rodados y peatonales del aparcamiento serán
elementos comunes en los dos extremos, sin perder por ello el
carácter eminentemente peatonal, advertido ya desde la calle Doce
Ligero.
Según el concejal,
la urbanización exterior “buscará la continuidad con respecto
a los elementos estéticos aplicados en la nueva configuración
del entorno del Ayuntamiento”, por lo que se puede avanzar que
el pavimento será de granito gris y que se instalará nuevo mobiliario
urbano, maceteros, nueva iluminación y bancos. El presupuesto
total de los trabajos asciende a 385 millones de pesetas y el
plazo previsto de ejecución es de un año. Por el momento, y una
vez presentado el anteproyecto, deben seguirse los trámites administrativos,
como la redacción del proyecto definitivo.
Según Alberto Guillén,
la previsión municipal contempla el inicio de las obras antes
de que finalice este mismo año, una vez concluida la construcción
del aparcamiento de la plaza principal.
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