Un
Ayuntamiento siempre debe buscar la máxima comodidad para sus
ciudadanos en sus desplazamientos, facilitar los movimientos
de los vecinos dentro del casco urbano y agilizar el tráfico rodado.
Por eso, la apertura del paso inferior que conecta las calles
San Gregorio y San Francisco, bajo el último arco sur del puente
de Piedra, representa, sin duda, una enorme satisfacción. Después
de un año de obras, el trazado largamente prometido y muy esperado
-por necesario- es ya una realidad.
El paso bajo el puente
de Piedra resuelve la conflictividad en uno de los puntos circulatorios
más problemáticos de Logroño, al tiempo que descongestiona el
centro de la ciudad y conecta el Casco Antiguo con el campus universitario
y algunas de las nuevas zonas en expansión de Logroño.
Además, el nuevo trazado
no sólo ofrece una solución al tráfico rodado,
sino que respeta y cuida las conexiones peatonales con el parque
del Ebro.
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