El Ayuntamiento de Logroño centralizará y coordinará
todos sus servicios relacionados en materia de vivienda a través
de la creación de una nueva oficina municipal, con el objetivo
de facilitar una atención integral a los vecinos de nuestra ciudad.
En ella se desarrollarán labores de información, asesoramiento
e incluso mediación, con el objetivo de “reforzar el papel del
Ayuntamiento en su política de vivienda”, tal y como subrayó el
concejal de Patrimonio y Vivienda, José Musitu, encargado de la
presentación de este nuevo servicio.
La nueva
oficina, que se ubicará en el número 1 de la calle Tricio, frente
al edificio consistorial, estará principalmente orientada a los
jóvenes y ofrecerá servicios gratuitos. Cuenta con 270 metros
cuadrados de superficie, de los que 111 se destinarán a oficinas
y el resto a una amplia sala de exposiciones en la que se podrán
consultar los distintos planes de vivienda del Ayuntamiento. La
previsión municipal indica como probable fecha de apertura el
próximo mes de marzo, una vez concluidas las obras cuyo coste
ascenderá aproximadamente a los 50 millones de pesetas. .
Cuatro funciones básicas
Al margen de la vocación
de servicio con la que nace esta nueva oficina y de la integración
de todas las actuaciones que tienen que ver con la vivienda, bien
de carácter municipal, bien en coordinación con otras administraciones
o entidades, su funcionamiento responderá a cuatro funciones básicas.
La primera de ellas es la de asesoramiento. Su papel es
el de ofrecer información y resolver las dudas en cualquier trámite
o gestión, desde la decisión de agruparse para crear una cooperativa
o conocer los detalles y requisitos en el momento de solicitar
las ayudas y subvenciones que mejor se adaptan a cada uno de los
casos.
La segunda
función será de gestión. Todos los servicios municipales
relacionados con la vivienda, diseminados en distintas unidades,
se integrarán a modo de “ventanilla única”, según palabras del
concejal, lo que facilitará la búsqueda de soluciones sin tener
que recorrer distintos servicios y emplazamientos municipales.
Por ejemplo, hasta ahora, para pedir una subvención para rehabilitación
había que acudir a la calle Mayor; si se deseaba información con
respecto a parcelas había que dirigirse a Urbanismo; mientras
que si lo que se deseaba era interesarse por ayudas a jóvenes,
había que recurrir a Patrimonio. Con la nueva oficina todo ello
quedará centralizado en las instalaciones de la calle Tricio.
La tercera función corresponde
a la información útil y práctica, con datos como bolsa
de pisos en venta o alquiler; e incluso una oferta de información
inmobiliaria que facilitará la elección de viviendas adaptadas
a las necesidades del demandante.
Los personajes
de la obra se quieren desen tender unos de otros pero no lo consiguen.
Sólo en el estado límite aceptan el entendimiento, más que nada
porque no queda otra alternativa. La función se desarrolla en
dos actos con cuatro historias. Sátira, cinismo e ironía se mezclan
con la ternura y actúan como cargas de profundidad en un texto
que usa el absurdo, y a veces el surrealismo. Una representación
que merece la pena disfrutar.
La última función
destacada es la de mediación. El objetivo es el control
de los destinatarios finales de los pisos con algún tipo de protección
oficial y la garantía de que lleguen a quienes están dirigidos.
José Musitu destacó que en las parcelas enajenadas por el Ayuntamiento
para la construcción de viviendas protegidas se impondrá a las
constructoras un porcentaje de pisos destinado obligatoriamente
a jóvenes. En este caso el Ayuntamiento realizará una preselección
y elaborará un listado que llegará a los promotores. Entonces
se exigirán garantías de que los pisos llegan a los jóvenes, “uno
de los sectores más necesitados de vivienda”.
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