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                 El Ayuntamiento de Logroño, a través 
                del concejal de Medio Ambiente, Pablo Santaolalla, ha presentado 
                un nuevo sistema permanente de detección de fugas en las 
                redes de abastecimiento que conseguirá diversas mejoras 
                en la captación, depuración y abastecimiento de 
                aguas. La intención municipal es que este nuevo sistema 
                funcione en mayo del próximo año, en principio a 
                modo de experiencia piloto dentro de Plan Estratégico del 
                Casco Antiguo, Madre de Dios y San José, para después 
                ampliarlo al resto de la ciudad.  
                 
                        Entre los beneficios 
                de este sistema, muy útil y fiable, según 
                el concejal, destacan la facilidad para controlar las redes 
                de abastecimiento, la obtención de un diagnóstico 
                inmediato, la mejora de la presión y de la calidad del 
                agua potable en la ciudad, además de una buena medida preventiva 
                para evitar los desperfectos causados por las fugas.  
                 
                 Sofisticado sistema  
                 
                       Se han contratado 50 
                sensores de pequeño tamaño y el correspondiente 
                soporte informático para desarrollar este sofisticado sistema. 
                Estos sensores se colocan en las redes con un coste de instalación 
                mínimo y funcionarán durante las 24 horas registrando 
                el sonido de las tuberías. En el momento en el que el sensor 
                detecte un sonido diferente por una fuga en un radio de 200 metros, 
                emitirá una señal a la persona encargada del servicio 
                para conocer con precisión el punto en el que se ha producido 
                el problema.  
                 
                       El Ayuntamiento invertirá 
                en este sistema 11,6 millones de pesetas y la vida útil 
                de los sensores será de ocho a diez años.  
                 
                 
               
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