El carácter comercial ha acompañado a la ciudad de
Logroño a lo largo de la Historia. Quizá fueron los
peregrinos que emprendieron viaje hacia Compostela
quienes provocaron el desarrollo socioeconómico, cultural
y social del municipio, que crecía al amparo del Camino.
La presunta presencial del apóstol en Santiago abrió
un abanico de posibilidades para la fusión cultural y también
para el trueque de mercancías, que sembró la semilla
de la naturaleza de ciudad comercial que Logroño
representa hoy en día.
Entonces, en el siglo X, el aumento de la presencia de
personas obligó a las ciudades a adecuar sus
infraestructuras; ahora, cuando damos los primeros pasos del siglo
XXI, la apuesta de la ciudad es por la
modernización y dinamización del comercio logroñés.
La ciudad se ha dotado del Plan de Comercio para
mantener el papel protagonista que el sector siempre ha tenido en
Logroño, a través del asesoramiento,
la formación y la renovación, y desde el respeto a
las exigencias actuales del consumidor. Sin duda, el Plan de Comercio
propiciará una mayor competitividad al sector
y mantendrá un modo de vida tradicional, consolidando
el modelo de ciudad que queremos para Logroño.
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