Con
la caída de las primeras hojas, el arbolado se somete a las eternas
discusiones que acompañan a esta época del año sobre la conveniencia
de la poda urbana y la forma de ejecutarla adecuadamente. En el
Ayuntamiento se reciben requerimientos de podas y disconformidad
de algunos vecinos con respecto a la plantación de árboles en
determinados lugares. También hay quien opina que no deberían
podarse. Opiniones para todos los gustos y sobre las que el Servicio
de Aguas y Medio Ambiente quiere informar.
El mensaje es muy claro:
la poda es necesaria, aunque debe efectuarse de una forma controlada;
las podas agresivas generan podredumbres y enfermedades irreversibles
en el arbolado; un medio ambiente saludable y pleno de ornamentación
vegetal pero sin molestias no suele ser compatible, aunque sí
es regulable; por último, es necesaria una mayor tolerancia ciudadana
por los árboles urbanos. Su importancia en el estado de salud
de nuestra ciudad es algo básico, capaz de mejorar la calidad
de vida urbana.
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