El
Ayuntamiento de Logroño ha dado su visto bueno a la modificación
de algunas de las normas que hasta ahora regulaban los vados en
la ciudad. Entre ellas destaca la agilización de los trámites
preceptivos para la concesión de la licencia o la baja; así como
la remisión de la correspondiente tasa a los propietarios de los
locales, que podrán repercutir a los arrendatarios. También se
ampliará la anchura mínima del vado de 3,25 a 3,50 metros, así
como será obligatorio el acondicionamiento del acceso antes de
la concesión de la licencia. Otra novedad reside en la eliminación
de la placa identificativa del año.
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