Nuestro alcalde, por fin, decidió ayudar a nuestro querido Logroñés y dió su palabra de buscar diez millones para pagar a los jugadores de forma inmediata y llegar a final de temporada, pero pasados ya bastantes días, vemos que soluciones ninguna, los jugadores sin cobrar y la madeja liándose más, ¡y parecía imposible!, pero Revuelta lo hace posible.
Claro aunque esta madeja empezaron a liarla hace muchos años, con el ovillo que les dejó el señor Sanz, que sujetó Bermejo, que lió Garrastachu y que llenó Revuelta.
Ya nada sorprende, primero se grita Aupa Logroñés, después no se apoya, reculando al tan manido soniquete de los embargos, las Utes o la entidad privada... Pero como la situación es desesperada para nuestro Alcalde, con un campo de fútbol terminado hace meses y que nos ha costado 1500 millones de más, ¡será por el redondeo!, se ha querido ir de torero con la intención de salir por la puerta grande, pero resulta que los empresarios que iban a poner el dinero, se han olvidado o no se lo han recordado, o ¡No existían! Así que la historia sigue como antes, de mal en peor, sin dinero ni para viajes, ni para bocadillos, ni para el árbitro. Y esta historia nos suena a lo de siempre, nos recuerda a todos los que venían a comprar y no compraban, pero peor aún que sea nuestro alcalde quién dé su palabra y no la cumpla.
Grupo Municipal del Partido Riojano
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