El concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Logroño, Pablo Santaolalla, presentó antes de Semana Santa el informe municipal del Servicio de Aguas referido al año 2001.
       Durante este año, Logroño captó 20,31 hectómetros cúbicos, un 12 por ciento más que en el ejercicio anterior; suministrando 17,30, con una media de 319 litros por habitante y día; cifra que se incrementa a 345 si se tiene en cuenta que también se abastece al municipio de Lardero.
       El consumo doméstico disminuyó de 101,75 metros cúbicos por semestre en el año 2000 a 97,36 en el 2001; un 4,31 por ciento menos, mientras que el no doméstico bajó de 190,33 a 185,83, un 2,86 por ciento.
        En cuanto a las cantidades recaudadas, el Ayuntamiento percibió el año pasado unos seis millones de euros por diferentes conceptos relacionados con el agua, de los que 3,8 fueron de agua potable; 1,9 de saneamientos; y 0,17 referidos a la electricidad generada en los saltos de agua.
        Según el informe, también se sustituyeron 9,2 kilómetros de redes del suministro de agua y se crearon 4,3 de nuevos conductos de abastecimiento, unas cifras que en el año 2000 fueron distintas, de 1,2 y 16 kilómetros, debido a que en este ejercicio se entregaron varios sectores de urbanización de la capital. Lo mismo ocurre en las redes de saneamiento, con 10,4 kilómetros intervenidos en total en el año 2001 y 19,4 en el 2000.
       
        Previsión futura
       Explicó que la media de consumo, de 319 litros por habitante al día, comprende varios aspectos, no sólo el consumo personal, y se apuntó como una cifra “estable y no especialmente alta”. También se explicó que aunque la población logroñesa ha crecido en los últimos años, “también se han planificado los riegos de otra manera, aprovechando los excedentes de agua o recogiendo agua del Ebro”. Asimismo se han mejorado las redes y se han adquirido sistemas que facilitan la rápida localización y reparación de las fugas de agua, lo que optimiza su rendimiento.
        Otro aspecto abordado fue el del futuro, concretamente de la posibilidad de crear una nueva mini central eléctrica o de la puesta en marcha de la nueva línea de fangos, destinada a reciclar tres hectómetros cúbicos de agua, de los que parte irán a la planta potabilizadora y otra parte a riegos de espacios públicos.