0722 16 Agosto 2002
 
 
 
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Tendido el tablero principal del Cuarto Puente sobre el Ebro

      
        Una vez concluya la construcción del Cuarto Puente sobre el río Ebro a su paso por Logroño, en el segundo trimestre del año que viene, será difícil recordar cuál fue la operación más espectacular desarrollada a lo largo de su montaje. La pasada semana tuvimos ocasión de contemplar una de las fases más importantes que en la actualidad han propiciado que los numerosos curiosos interesados por la construcción del viaducto, fácilmente localizables a pie de obra, puedan disfrutar de un primer esbozo de lo que será el resultado final.

       Esta fase, tan llamativa como delicada, correspondió al deslizamiento del tablero central del puente –sobre el que discurrirá el tráfico rodado– por encima del mecanismo instalado para tal fin sobre los pilares provisionales construidos en el cauce del río y que soportarán el peso de este magnífico tablero –de 161 metros de largo, 18 de ancho; y más de 1.000 toneladas de peso– hasta que una vez finalizado el puente se eliminen, cediendo su función al gran arco atirantado que sin duda se convertirá en una de las imágenes de referencia de la ciudad.

       El puente, diseñado por Javier Manterola y en proceso de construcción a cargo de Ferrovial-Agromán, contará con la peculiaridad de no tener ningún apoyo en todo el cauce del río. Las dos pasarelas peatonales voladas, separadas del tablero central, es la otra novedad que, además, supondrá el establecimiento de privilegiados miradores sobre el Ebro.


        Un puente que hace ciudad

       A la complicada operación, coordinada por el ingeniero y director de obra, Francisco Herrero, asistió la portavoz municipal, Paz Villar, acompañada por el concejal de Urbanismo, César Ortega. La edil explicó que el tablero instalado “albergará dos carriles por sentido, de 3,5 metros cada uno, además de una mediana de 2 metros de ancho”. Tras asegurar que la obra está cumplendo satisfactoriamente con los plazos estipulados, subrayó que “esta gran obra va a permitir unir las dos orillas y posibilitar el desarrollo de nuestra ciudad al otro lado, en el sector El Campillo”, dijo, indicando que a la vez que se construye el puente, se están acondicionando todas las instalaciones necesarias para facilitar el desarrollo urbano en la orilla norte.


        La operación de colocación del tablero se prolongó por espacio de dos días y hoy ya recibe a las aguas del Ebro a la altura de El Cubo. Los dos puntos de la orilla ya han quedado unidos, como se aprecia en la imagen; Logroño va dando forma a su Cuarto Puente, va moldeando su imagen de futuro como ciudad.

 

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2002