La del soterramiento“es una oportunidad
histórica que no vamos a desperdiciar”. Con estas palabras, el
alcalde, Julio Revuelta, refrendó el pasado miércoles el apoyo
decidido “al proyecto, sin duda, más importante que se va a ejecutar
en esta ciudad, que va a transformar su actual trazado y que va
a suponer una mejora impresionante de su configuración tal y como
la conocemos en la actualidad”. Y lo hizo en un momento en el
que los grupos muncipales de la oposición han mostrado su desacuerdo
con el mismo.
Para explicarlo recurrió a “un
recordatorio”. Según dijo, en este proyecto siempre ha habido
cuestiones comunes y asumidas por todos los grupos municipales;
para constatarlo se apoyó en dos documentos.
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El primero, aprobado por el Plan
General de 1992, en el que un estudio económico indicaba el detalle
de los trabajos del soterramiento, incluido el traslado de la
estación de mercancías. Entonces se realizó una primera estimación
económica que determinaba una participación del 40 por ciento
para el Ayuntamiento; mismo porcentaje para la Comunidad Autónoma;
y 20 por ciento para el Ministerio. “Hoy este balance se reparte
aproximadamente en un 33 por ciento. Por tanto, el proyecto y
el convenio suponen una mejora para la financiación de los logroñeses
y los riojanos”, dijo el alcalde.
Mejora del proyecto
Pero además, ya en 1992 se anticipa cómo se quiere realizar el
trabajo. Soterrar la estación, rebajar y cubrir la trinchera.
Una propuesta que, “por cierto, es la única de este Ayuntamiento
que ha sido sometida a consulta de todos los ciudadanos”. Se hizo
a través de un documento institucional con participación de todos
los partidos políticos. Hace unos años se consultó la ubicación
de la estación. “Pero es que, además”, señaló Revuelta, “el documento
recogía las características comunes del proyecto, que hoy se mantienen
e incluso mejoran”: mantenimiento del trazado actual, depresión
de las vías en el paso peatonal de Gonzalo de Berceo-Camino de
Fuenmayor (500 metros a cada lado) y desde Vara de Rey hasta el
río Iregua, “lo que se cumple sobradamente; la depresión hacia
El Cubo no sólo tiene 500 metros, sino que tiene 1.200”; cubrición
de la trinchera en su totalidad; enlace de Eliseo Pinedo con Pedregales,
enlace de Avenida de Colón con Gustavo Adolfo Béquer, conexión
de Gonzalo de Berceo con el Camino de Fuenmayor, eliminación de
la Estación de Mercancías, “ya ejecutada”; nueva estación de viajeros;
aprovechamientos urbanísticos de 90.000 metros cuadrados según
el Plan General… “Es decir, cuando uno tiene que ir a negociar
con otras administraciones, el respaldo de los logroñeses en la
consulta o en los Plenos, es lo que manda. Pero no nos hemos conformado
con eso, además hemos conseguido grandes mejoras en el trazado
y en la financiación”.
Un proyecto ya conocido
El alcalde dijo tenerlo muy claro; “El proyecto es el mismo que
ha sido siempre y se puede comprobar. La trinchera se cubre y
hay que adecuar los laterales para hacer con vegetación un paseo
verde; se va a poder pasear por encima de la trinchera desde la
Circunvalación hasta casi el 4º puente; es exactamente lo que
aprobamos, con algunas mejoras”, aseveró. “Todo esto”, dijo, “puede
pasar desapercibido para los ciudadanos, pero no para un político
que se compromete, con esos mismos vecinos, en el desarrollo y
construcción de la ciudad”.
Pleno extraordinario
Según el alcalde, “con el fin de aclarar las cosas, se va a convocar
un Pleno extraordinario de debate específico, para escuchar las
posiciones del resto de grupos del Ayuntamiento, porque además
tendrán que votar; yo daré las explicaciones que tenga que dar,
pero en último término no valdrán tres votos distintos para luego
contar otras cosas”.
Una vez celebrado el Pleno, “se iniciará una completa campaña
explicativa con las asociaciones, colectivos y para cada uno de
los ciudadanos que tengan interés en el proyecto”.
Julio Revuelta concluyó su intervención mostrando su “total convicción”
de que “éste es un gran proyecto” y recordó que “lógicamente”
en el mismo no aparece incluida la integración urbana en cada
uno de los tramos. “Es una fase que tiene que hacer el propio
Ayuntamiento con arreglo a las necesidades y especificidades de
cada zona; con la máxima calidad, con cariño y, sobre todo, con
mucho trabajo”. “Lo que sí está claro”, concluyó, “es que cada
uno de los vecinos de nuestra ciudad va a quedar satisfecho porque
todas las zonas van a mejorar de una forma sustancial”.
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