A CONCHA
Tus
compañeros de grupo
estamos tratando de repartirnos
la herencia que nos has legado.
Cada uno quiere para sí
la mejor parte de ti.
¡Y todos queremos lo mismo!
Pero no hay discusión posible:
hay de más para todos.
Tomamos y tomamos de ti...
y tú aún sigues sobrada.
Sigues sobrada de amor,
de entrega, de bondad,
de sencillez, de coherencia,
de ilusión, de entusiasmo,
de capacidad crítica...
de tantos y tantos valores y principios,
que nos dejas como herencia.
Y nos sentimos ricos, inmensamente ricos.
Y como nosotros se sienten ricos,
inmensamente ricos, Peio y tus cuatro hijos,
y tus padres, y tus hermanos,
y toda tu familia y amigos,
y tus alumnos y compañeros
del colegio Dr. Castroviejo,
y tus vecinos de la calle Mayor...
y cualquiera que te conociera,
porque conocerte era quererte,
porque tú querías... ¡y eso se contagia!
Gracias, Concha, por ser como eras,
por sentir como sentías,
por ilusionar como ilusionabas...
Se nos ha ido tu cuerpo;
nos ha quedado tu espíritu.
Grupo Municipal Socialista
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