Ya
se conoce el proyecto ganador del concurso de ideas para el desarrollo
de la actuación integral “para una de las zonas más importantes,
más emblemáticas y, al mismo tiempo, más difíciles de la ciudad”.
Características que, según el alcalde, Julio Revuelta, definen
el ámbito del borde de la ciudad, del Casco Antiguo y de su muralla,
con el Parque del Ebro y la transición de varios edificios singulares
y la importancia de los restos del Convento de Valbuena; todo
ello en una superficie aproximada de 6,5 hectáreas.
El proyecto ganador corresponde a los arquitectos Emilio Tuñón
Álvarez, Luis Moreno García Mansilla y Luis Díaz Mauriño; una
propuesta que sobresalió entre otras cuatro alternativas, a criterio
unánime de un jurado que, no obstante, también coincidió en la
alta calidad de todas ellas. En pocas palabras, el proyecto elegido,
denominado ‘La Ciudadela’ privilegiará el tratamiento peatonal
a modo de gran plaza en la que se integrarán, entre otros elementos,
la iglesia de Santiago, el Cubo de El Revellín y las murallas
medieval y carlista; todo ello de forma permeable con el parque
del Ebro. El proyecto también contempla, con el fin de liberar
la zona de tráfico, el soterramiento de la calle Norte aproximadamente
a la altura del Puente de Hierro, discurriendo bajo la explanada
de Excuevas hasta la calle General Urrutia, a la altura del colegio
Navarrete El Mudo.
El alcalde explicó como justificaciones de la decisión, “la
calidad arquitectónica, aportando soluciones al tráfico y a la
conexión entre los diferentes elementos del conjunto; preservando
patrimonio histórico”. También destacó la personalidad con
la que se dotará a la zona y los usos previstos para la actividad
del lugar, “que aseguran su vitalidad”.
Diferentes niveles
El alcalde explicó
que el proyecto se divide en diferentes niveles. El primero de
ellos, el inferior, corresponderá al citado vial de la calle Norte.
Un segundo nivel intermedio acogerá un aparcamiento para 400 u
800 plazas, “dependiendo de si se desdobla en dos plantas”;
y el nivel superior se reservará para la gran pl aza estancial,
de carácter peatonal. Ésta se ubicará entre los restos arqueológicos
de Valbuena, que se integrarán en su totalidad; el Cubo del Revellín,
que quedará totalmente al descubierto desde su base, lo que propiciará
una rebaja del nivel de la Plaza a por lo menos seis metros del
actual; la Fuente de Murrieta y la calle Once de Junio. Destaca
también la permeabilidad de los espacios. La plaza, por ejemplo,
presenta varios accesos al Parque del Ebro, atenuando la pronunciada
pendiente existente en la actualidad.
Además, los espacios peatonales cobrarán mayor importancia con
la construcción de un corredor que se prolongará hasta la iglesia
de Santiago, paralelamente a la muralla medieval, con dos niveles
distintos: uno inferior con acceso al Cubo del Revellín; y otro
superior, que conducirá al recorrido de la muralla carlista aparecida
durante los trabajos de excavación de Valbuena.
Según la explicación de Revuelta, la composición en diferentes
desniveles propiciará la creación de zonas con usos dotacionales
como comercios, cafeterías, centros de día, culturales, exposiciones
“o incluso un museo de la ciudad”, para el que alcalde
no descartó como ubicación el propio Cubo del Revellín.
Un proyecto flexible
En cuanto a determinados
elementos existentes en la actualidad, el alcalde señaló que el
proyecto deja algunos aspectos por decidir, como el caso de las
Escuelas Trevijano. Sí se pronunció el jurado en el caso de dos
de los tres edificios de la Comandancia Militar, que el proyecto
determinaba eliminar y con respecto a los que el acta “sugiere
su mantenimiento en conjunto, debidamente integrado, que reforzaría
el singular carácter del lugar”.
A partir de ahora, los arquitectos cuentan con un periodo de cinco
meses para elaborar el Plan Director, que determinará las fases,
el presupuesto, los criterios de gestión y proyectos de ejecución.
Una planificación que deberá ser “muy flexible”, según
el alcalde, “ya que deberá adaptarse a lo que se pueda ir encontrando
en la zona”. Según la previsión municipal, los trabajos podrían
empezar en dos años.
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