0747 28 Febrero 2003
 
 
 
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Seleccionado el proyecto ganador de Valbuena, que prevé una gran plaza junto a El Revellín conectada al Parque del Ebro
Se soterrará la calle Norte desde el Puente de Hierro y se construirá un aparcamiento subterráneo

       Ya se conoce el proyecto ganador del concurso de ideas para el desarrollo de la actuación integral “para una de las zonas más importantes, más emblemáticas y, al mismo tiempo, más difíciles de la ciudad”. Características que, según el alcalde, Julio Revuelta, definen el ámbito del borde de la ciudad, del Casco Antiguo y de su muralla, con el Parque del Ebro y la transición de varios edificios singulares y la importancia de los restos del Convento de Valbuena; todo ello en una superficie aproximada de 6,5 hectáreas.

        El proyecto ganador corresponde a los arquitectos Emilio Tuñón Álvarez, Luis Moreno García Mansilla y Luis Díaz Mauriño; una propuesta que sobresalió entre otras cuatro alternativas, a criterio unánime de un jurado que, no obstante, también coincidió en la alta calidad de todas ellas. En pocas palabras, el proyecto elegido, denominado ‘La Ciudadela’ privilegiará el tratamiento peatonal a modo de gran plaza en la que se integrarán, entre otros elementos, la iglesia de Santiago, el Cubo de El Revellín y las murallas medieval y carlista; todo ello de forma permeable con el parque del Ebro. El proyecto también contempla, con el fin de liberar la zona de tráfico, el soterramiento de la calle Norte aproximadamente a la altura del Puente de Hierro, discurriendo bajo la explanada de Excuevas hasta la calle General Urrutia, a la altura del colegio Navarrete El Mudo.

        El alcalde explicó como justificaciones de la decisión, “la calidad arquitectónica, aportando soluciones al tráfico y a la conexión entre los diferentes elementos del conjunto; preservando patrimonio histórico”. También destacó la personalidad con la que se dotará a la zona y los usos previstos para la actividad del lugar, “que aseguran su vitalidad”.
       
        Diferentes niveles
        El alcalde explicó que el proyecto se divide en diferentes niveles. El primero de ellos, el inferior, corresponderá al citado vial de la calle Norte. Un segundo nivel intermedio acogerá un aparcamiento para 400 u 800 plazas, “dependiendo de si se desdobla en dos plantas”; y el nivel superior se reservará para la gran pl aza estancial, de carácter peatonal. Ésta se ubicará entre los restos arqueológicos de Valbuena, que se integrarán en su totalidad; el Cubo del Revellín, que quedará totalmente al descubierto desde su base, lo que propiciará una rebaja del nivel de la Plaza a por lo menos seis metros del actual; la Fuente de Murrieta y la calle Once de Junio. Destaca también la permeabilidad de los espacios. La plaza, por ejemplo, presenta varios accesos al Parque del Ebro, atenuando la pronunciada pendiente existente en la actualidad.

        Además, los espacios peatonales cobrarán mayor importancia con la construcción de un corredor que se prolongará hasta la iglesia de Santiago, paralelamente a la muralla medieval, con dos niveles distintos: uno inferior con acceso al Cubo del Revellín; y otro superior, que conducirá al recorrido de la muralla carlista aparecida durante los trabajos de excavación de Valbuena.

        Según la explicación de Revuelta, la composición en diferentes desniveles propiciará la creación de zonas con usos dotacionales como comercios, cafeterías, centros de día, culturales, exposiciones “o incluso un museo de la ciudad”, para el que alcalde no descartó como ubicación el propio Cubo del Revellín.
       
        Un proyecto flexible
        En cuanto a determinados elementos existentes en la actualidad, el alcalde señaló que el proyecto deja algunos aspectos por decidir, como el caso de las Escuelas Trevijano. Sí se pronunció el jurado en el caso de dos de los tres edificios de la Comandancia Militar, que el proyecto determinaba eliminar y con respecto a los que el acta “sugiere su mantenimiento en conjunto, debidamente integrado, que reforzaría el singular carácter del lugar”.

        A partir de ahora, los arquitectos cuentan con un periodo de cinco meses para elaborar el Plan Director, que determinará las fases, el presupuesto, los criterios de gestión y proyectos de ejecución. Una planificación que deberá ser “muy flexible”, según el alcalde, “ya que deberá adaptarse a lo que se pueda ir encontrando en la zona”. Según la previsión municipal, los trabajos podrían empezar en dos años.

 

©Ayuntamiento de Logroño. Periodico Digital: DE BUENA FUENTE 2003