Ya
se conocen más detalles sobre la nueva comisaría que se prevé
instalar en breve en el barrio de Madre de Dios, en un local situado
en la confluencia de las calles Villegas y Escuelas Pías, con
acceso por el número 15 de esta última.
Alberto Guillén, concejal de Régimen Interior fue el encargado
de profundizar en un proyecto estructurado en dos plantas. En
la baja, al entrar, se encontrará el vestíbulo y la zona de atención
al público. Ésta se dividirá, a su vez, en otros tres espacios.
El primero se dedicará a la realización de trámites generales
e información; el segundo, destinado a la atención personalizada;
mientras que el tercero será ocupado por el servicio 010 que,
como se anunció, formará parte de las dependencias previstas en
el Plan de Despliegue de Comisarías, en un intento por mejorar
el servicio al ciudadano.
En total, esta planta ocupará 130 metros cuadrados, espacio que
también albergará la sala de suboficiales y reuniones, el despacho
del subinspector jefe de la comisaría, aseos y una sala acondicionada
"por si es necesario retener a alguna persona". La comisaría también
contará con una entreplanta, de aproximadamente 44 metros cuadrados,
destinada a vestuarios.
Cerca del vecino
Sin embargo, el concejal
explicó que "algo caraterístico de estas instalaciones será
su configuración exterior", que se ha buscado personalizar
con el color azul identificativo de la Policía y grandes ventanales,
"de forma que pueda verse perfectamente tanto lo que sucede dentro
como fuera de las dependencias, dando mayor sensación de cercanía
a los vecinos". En la parte exterior, se reservará un aparcamiento
para los vehículos policiales.
La comisaría
En estas dependencias
trabajarán 19 personas; 15 agentes, 3 oficiales y el subinspector
al mando –al margen del 010–. Contará, en principio, con un horario
de 8,30 a 13,30 y de 16,30 a 20,30 horas; siendo de junio a octubre
de 9 a 14 y de 17 a 21 horas. Asimismo, se contará con un sistema
conectado a la central para que ésta atienda las incidencias nocturnas.
El ámbito de actuación abarcará desde Doce Ligero hasta Santa
Juliana y Avenida de la Paz, campus universitario, Los Lirios
y en el futuro el barrio de Varea. Para informar de esta implantación,
se realizará una campaña entre los vecinos del barrio.
El proyecto tendrá un coste de ejecución de 390.500 euros, a lo
que se suman los 60.000 euros de los sistemas de seguridad, conexión
con la central policial y videocámaras. Según el concejal, la
contratación se realizará "inmediatamente", calculando
unos tres meses a partir del inicio de las obras (aproximadamente
en un mes).
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