Todos a una. Detrás de su líder, ahora también líder espiritual, porque en el PP ya no hacen caso ni al Papa. Sin fisuras. Un Partido Popular unido ante las próximas elecciones. Ya se sabe. El que se mueva… Líderes políticos del PP reconocen privadamente el berenjenal en el que les ha metido el amigo del tejano, pero siguen la estrategia del jefe disciplinadamente.
Así que no hemos visto a Julio Revuelta, Pedro Sanz u otros cargos del PP en las multitudinarias manifestaciones contra la guerra habidas en Logroño, codo con codo de sus conciudadanos; tampoco los esperábamos; se dedican a criticar a los que nos manifestamos (muchos de sus votantes también), diciendo que defendemos a Sadam; siguen trabajando por la paz (preparando la guerra, claro), esperando una guerra rápida –antes de la Semana Santa, para que no remuerdan las conciencias- y limpia, sin muertes de miles de inocentes -sólo veremos en la tele "tapetes" verdes con lucecitas-; esperando que para la época electoral puedan vender la victoria, pues quedaremos al lado del vencedor.
Se ha alterado el concierto jurídico mundial, o, en palabras del New York Times del martes 18, la guerra empieza sobre las cenizas de la democracia, tras la farsa de los inspectores, de los camiones de Powel, -con la gravedad que supone aportar pruebas falsas- de las mociones de ida y vuelta…
Se vuelve a la ley del más fuerte: hoy los EE.UU. de América. Se opta por alinearse con la razón del poder, frente al poder de la razón. Los que pensaron en otro reequilibrio mundial, tras la caída del telón de acero, lo ven claro. La Unión Europea hecha pedazos, otro daño colateral (seguramente buscado por Bush), no vaya a ser que se le suba en un futuro a las barbas el viejo continente.
Tras la reunión de los tres tenores de la guerra en las Azores (más que tres tenores, el cura oficiante y los dos monaguillos) ¡dando un ultimátum a la ONU!, España ya tiene un papel relevante a partir de ahora en el mundo: forma parte del imperio yanqui; ya está en la foto de la guerra (aunque nos dirán que no estamos en guerra, ya verán).
Qué tiesito y orgulloso se le veía a nuestro presi! ¡Cuándo se verá en otra, en las cabeceras de todos los periódicos mundiales! Ese mismo Aznar que decía no caben atajos en la lucha contra el terrorismo… pero que se salta a la torera la mayoría contraria a la guerra del Consejo de Seguridad de la ONU. La guerra, pues, es ilegal. Todo suena a mafia de estado.
Grupo Municipal Socialista
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