Las actuaciones, las obras,
los proyectos que desarrolla un Ayuntamiento sólo tienen sentido
cuando el objetivo es que las disfruten los ciudadanos. Así, el
quinto puente sobre el Ebro –en la prolongación de la calle San
Millán- cumple un objetivo definido: agilizar los accesos al centro
de la ciudad e incrementar y mejorar la comunicación periférica.
La apertura del puente Sagasta al tráfico rodado y peatonal, la
próxima creación del vial norte –conectará la carretera de Laguardia
desde la rotonda del nuevo puente con la carretea de Oyón-, y
la construcción de esta nueva infraestructura viaria amplían de
forma importante las posibilidades de acceso a Logroño, descongestionan
el tráfico de centro de ciudad, principalmente de la calle Madre
de Dios, y participan de la política de evitar que los vehículos
de paso –especialmente pesados- atraviesen nuestras calles. El
nuevo puente consolidará además la integración del río en la ciudad;
un salto del Ebro que ha hecho realidad el cuarto puente.
|